Bicicleta bajo el agua, un ejercicio que engancha

En la capital aragonesa se puede practicar Hidrosppining en dos centros, Liceo Europa y el Siglo XXI.

Una joven practica hidrosppining.
Una joven practica hidrosppining.

En la actualidad, prácticamente casi cualquier actividad deportiva puede trasladarse al medio acuático. Lejos de la tradicional natación, existen opciones más actuales como el aquafitness, aquasport, aquagym, aquapilates, e, incluso, el denominado Aquacicling o Hidrosppining, que traslada la bicicleta al fondo de la piscina.

“Las piscinas de Zaragoza se han llenado en los últimos años”, asegura Ibán Martín, gerente de Aguactiva SL y formador nacional de Waterform Ellipse e Hydrorider. Hoy, la variedad es sorprendente, destacando la modalidad Hidrosppining como una de las más demandadas. “Se trata de una actividad que nace en Italia en los años 90, de la mano de la marca Hydrorider, y que trajimos hace más de 10 años”, afirma Martín.

Pero, ¿en qué consiste este deporte? “Básicamente se trata en adaptar la actividad tradicional de cicling terrestre al mundo acuático”, añade. Con ese objetivo se diseñaron unos modelos de bicicletas acuáticas de acero inoxidable a la par que una metodología adaptada, capaz de sacar el máximo de rendimiento físico a todos los alumnos. “Este tipo de ejercicio, al desarrollarse bajo el agua, ofrece una mayor resistencia y reduce en gran medida las lesiones musculares y articulares gracias a la flotación. Además permite un trabajo individualizado que la convierte en adecuada para cualquier persona de entre 16 y 80 años”, añade.

La principal diferencia que encontramos con el ejercicio terrestre es que este se centra en el trabajo de piernas, mientras que en el aquacicling se trabajan piernas, brazos y abdominales. “Se consigue incrementar la capacidad de resistencia aeróbica, el tono muscular, la coordinación, el control de la postura y las técnicas de movimiento, y mejora todas las cualidades físicas básicas como son la fuerza, la resistencia y la velocidad”, explica Martín.

En la actualidad, el 75% de los usuarios zaragozanos son mujeres de entre 30 y 50 años. “Planteamos el ejercicio en dos sesiones semanales de 45 minutos de ejercicio con música y que ofrece resultados físicos visibles en poco tiempo”, asevera. Unas 180 personas al mes pasan por los dos centros en los que se ofrece esta modalidad deportiva. “Nosotros comenzamos hace 12 años en Liceo Europa de la mano de Ángel Santamaría con 11 bicicletas. Hoy ofertamos la actividad en este centro y en el Siglo XXI desde hace 9”, añade Martín. En cada sesión de ejercicio se pueden llegar a consumir unas 450 calorías.

En su caso, la actividad mensual con dos sesiones semanales, ronda los 50 euros al mes en el Siglo XXI y los 100 en Liceo Europa. Elisa León es una de sus monitoras, que asegura que casi siempre ocupan las 17 bicicletas disponibles en Liceo Europa. “En nuestras clases intentamos adaptarnos a cada grupo y cada persona según el momento. Trabajamos sobre una base musical los diferentes grupos musculares de manera alterna en cada canción, y los 5 minutos finales los dedicamos a estiramientos”, explica.

A sus 58 años, Adolfo Álvarez es uno de los alumnos más antiguos de esta disciplina. “Empecé en el año 2007 en el Siglo XXI cuando vi la actividad anunciada por el Ayuntamiento. Me llamó mucho la atención y decidí probar y ya no he podido dejarlo”, explica. Además, en su caso, este deporte contribuyó a la detección temprana de su actual enfermedad: “Empecé a notar una serie de limitaciones a la hora de realizar algunos ejercicios. Al principio pensaron que era algún problema de columna”. Sin embargo, finalmente le confirmaron que se trataba de párkinson.

“Ahora utilizo el Hidrosppining para intentar paliar el desarrollo de la enfermedad. Hago dos clases a la semana, adaptando cada sesión a mi ritmo”, concluye. Patrizia Fedriga es otra de las usuarias de estas bicicletas acuáticas, en su caso en Liceo Europa, desde hace 5 años. Se autodefine como una “auténtica enamorada del deporte acuático”. “Hago una clase al día porque me parece un entrenamiento muy completo y la música hace las sesiones muy divertidas. Lo había probado antes en Italia donde hay mucha cultura del agua”, asegura.

El ‘boom’ del agua

Desde Aguactiva SL, empresa zaragozana que fue creada en el año 2002 de la mano de Martín y Miguel Gil, aseguran que en los últimos años se ha vivido un auténtico ‘boom’ de las actividades acuáticas en Zaragoza. “Existe una mayor preocupación por cuidarse y estar en forma, aunque el auge del triatlón ha tenido mucho que ver en este aumento de usuarios de las piscinas”, añade Martín. Algo, que, asegura, también conlleva unos riesgos.

“Se han llenado las piscinas, que se han convertido en un descubrimiento para mucha gente, aunque en algunos casos el exceso de información y la falta de asesoría profesional puede conducir a una actividad contraproducente o, incluso, a ocasionar lesiones”, critica Martín.

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