La pista de atletismo de la Granja de Zaragoza se ha convertido este viernes por la mañana en una gran y colorida alfombra para los cerca de 5.000 musulmanes que se han congregado para celebrar la Fiesta del Sacrificio (conocida como Fiesta del Cordero), la fiesta más importante del año para el Islam. Los musulmanes se han reunido para rezar juntos y después celebran durante el día comidas familiares con animales que han sido sacrificados según el rito halal.

Desde antes de las 9.00, cientos de personas se acercaban en familia o en grupos de amigos a la Granja. Ante la falta de una gran mezquita, la Granja se ha convertido en los últimos años en el punto de reunión para las dos celebraciones más importante del año: la del final del Ramadán y la del Sacrificio. Se estima que en Aragón viven más de 50.000 musulmanes, muchos inmigrantes y otros nacidos aquí.

Tras saludarse, los fieles han ido colocándose sobre el césped mirando hacia la Meca (el sureste), los hombres delante y las mujeres detrás. Aruna Badaugu, originario de Burkina Fasso, ha dirigido la oración. El discurso de los responsables de la comunidad islámica ha estado marcado por una condena rotunda de los recientes atentados de Cataluña.

"El Islam es paz, desde el mismo origen de la palabra. Un imán jamás debe incitar a la violencia, como hizo ese señor de Ripoll. El yihadismo no es Islam, es terrorismo", destacaba Abderrahmen Ben Chaabane, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Aragón.

"Hoy vivimos esta Fiesta del Sacrificio entre la alegría y el dolor. Alegría porque es una fiesta muy importante para los musulmanes. Y dolor por las víctimas y lo sucedido en Barcelona y Cambrils", señalaba Fawaz Nahhas, presidente de la Comunidad Islámica de Zaragoza y delegado en Aragón de la Comisión Islámica en España.

La Fiesta del Sacrificio conmemora la obediencia mostrada por Abraham (Ibrahim) cuando iba a sacrificar a su hijo por voluntad divina. Según la tradición, Dios intervino en el último momento y le proporcionó un cordero para que lo sacrificase en su lugar. Para recordar este momento y como ofrenda a Alá, los musulmanes sacrifican un animal (generalmente un cordero).

En Aragón no se sacrifican animales en las casas, sino que se encargan a mataderos especializados como el de Mercazaragoza, que tiene un acuerdo con la comunidad islámica de Zaragoza. En Aragón se sacrifican al año más de 70.000 animales por el rito halal para venta en carnicerías locales y para exportar a otros países.