La investigación inicial de la Grupo de Homicidios de la Policía Nacional no alumbra indicios racionales de que se produjera una pelea previa al incendio del piso de la calle de Francisco Izquierdo Molins 21, en el que resultaron afectadas 18 personas, cinco de ellas niños. Los enfrentamientos anteriores entre la mujer que ocupa la vivienda y el padre de sus dos hijos, del que está separada, provocaban llamadas al 092, pero la noche del martes, a las 4.00, no se escucharon gritos ni hay testigos que vieran a una persona provocara supuestamente el incendio.

La mujer y su actual pareja insistieron ayer en la comisaría en la posibilidad de que el fuego fuera provocado por el padre de los hijos. Al parecer, hay alguna denuncia en los juzgados pendiente de resolverse respecto a algún problema de convivencia. La pareja reconoció a los policías que el incendio les despertó y luego salieron de la casa con el hijo mayor, de 11 años. El pequeño se quedó debajo de su cama en la habitación y fue rescatado después por un policía local.

Buscan imágenes y testigos

Aun así, los agentes están buscando imágenes grabadas en cámaras de oficinas próximas al edificio, pero parece que quedan lejos. Asimismo, han empezado a tomar declaraciones a los vecinos del mismo en la comisaría del paseo de María Agustín. Luego llamarán a los residentes en inmuebles colindantes para estrechar el cerco y poder determinar si el fuego fue provocado.

La vivienda donde se produjo el incendio, en la planta baja, fue precintada el martes para facilitar la investigación de la Policía Científica y ayer se pudo levantar esta medida. Era una vivienda alquilada.

En principio, los agentes sostienen que "la gran fuerza calorífica" y "fuego brutal" en el salón próximo a la ventana a la calle donde se produjo el fuego han dejado calcinada la habitación y los "focos" del incendio "son poco nítidos". Del sofá, situado al lado de la ventana de la fachada, donde pudo empezar el incendio, "no han quedado restos, ni siquiera los muelles", señalaron ayer fuentes policiales.

Los policías consideran que la investigación del incendio "será larga" porque al haber quedado tan destrozado el salón solo habrá respuestas objetivas con los resultados que ofrezcan las pruebas de laboratorio.

En estos momentos, con el material que tienen acumulado no pueden imputar a ningún sospechoso de haber provocado el incendio en el edificio de la calle Francisco Izquierdo Molins. El fuego afectó a 12 vecinos y 6 policías locales que fueron atendidos en los hospitales Miguel Servet, Clínico y la Mutua de Accidentes de Zaragoza.

Agresión en el Hospital

Asimismo, ayer por la mañana se produjo una agresión en el Hospital Infantil de la actual pareja de la mujer del piso a su ex marido, que había acudido a visitar a sus dos hijos que estaban ingresados después del incendio de la madrugada del martes, según han confirmado hoy fuentes policiales.

Los vigilantes de seguridad se interpusieron entre los dos varones para evitar males mayores y se retuvo al agresor mientras llegaban tres coches de Policía Nacional para hacerse cargo del caso. Al parecer, la agresión de la actual pareja fue un cabezazo al exmarido sin  mayores contemplaciones.

La Policía Nacional se llevó detenido por un delito de lesiones al agresor, quien podría quedar en libertad con cargos a lo largo del día de hoy, mientras el herido fue atendido en Urgencias del Hospital Miguel Servet, donde le cosieron cinco puntos de sutura en la cabeza.

El niño de cinco años afectado por una intoxicación y quemaduras por el incendio aún permanece ingresado hoy en la unidad de Quemados del Hospital Infantil, en tanto que su hermano mayor de 11 años fue dado de alta ayer por la tarde, según han informado fuentes del Salud.