Ser tres más (de repente) no suma en la escuela

Isella, Laia y Nerea no tendrán plaza en septiembre en el centro municipal que tienen debajo de casa. Sus padres reivindicanun criterio corrector en el baremo actual.

Mónica Torres y Sergio Aznar, junto a sus tres hijas en el barrio de Miralbueno, donde ahora residen.
Mónica Torres y Sergio Aznar, junto a sus tres hijas en el barrio de Miralbueno, donde ahora residen.
Toni Galán

Tienen una escuela infantil municipal a 150 metros de casa, pero a partir de septiembre, si nada cambia, tendrán que ir a otra de la DGA situada a más de media hora. Sergio Aznar y Mónica Torres, padres de trillizas, se han quedado fuera de la escuela Los Ibones, en el barrio Oliver y piden "un criterio corrector" que tenga en cuenta los partos múltiples.

Tener cinco puntos (cuatro por trabajar los dos y uno más por ser familia numerosa) no ha sido suficiente para que Isella, Laia y Nerea, de unos nueve meses, entren allí pasado el verano. Ir a una privada no es una opción, ya que les costaría alrededor de 1.200 euros, a razón de 400 por cabeza. Tampoco lo es que uno deje de trabajar.

Aznar y Torres tuvieron que mudarse a Miralbueno, cerca de los padres de él, para que les echasen una mano. "Nos ayudan a darles de comer, a bañarlas y a sacarlas a pasear, pero al trabajar los dos tenemos que llevarlas a la escuela infantil", explicaron.

En junio solicitaron plaza, pero se quedaron fuera. "Hubo niños que entraron directamente con siete y seis puntos. El resto teníamos cinco", apuntó Torres. De haber existido un criterio corrector "se habría roto el empate". "Queremos que lo regulen, que den al menos medio punto más. Al haber nacido a la vez, nuestras hijas no van a tener nunca puntos extra por tener un hermano en el centro", razonaron.

A su juicio, el baremo actual es "muy general", ya que "no tiene en cuenta a las pequeñas minorías". También critican que, a raíz del último cambio normativo, las trillizas tuvieran un único número en el sorteo. "Otros años, cada niño concursaba con uno distinto", explicaron.

"¿Qué pasará en invierno?"

La noticia les dejó "chafadísimos", ya que no saben qué harán a partir de septiembre. Fue entonces cuando José Antonio Aznar, padre de Sergio, decidió acudir a la DGA, al Ayuntamiento de Zaragoza y al Justicia de Aragón.

"Cuidar de un niño no es lo mismo que cuidar de tres. Tampoco lo es una familia numerosa formada escalonadamente y una que surge de repente. Tendrían que tener esto en cuenta", aseveró.

Llevar a las niñas a una escuela infantil que está a más de media hora sería "enormemente complejo" para él, ya que no puede maniobrar con dos carritos en el autobús y su coche no está preparado para llevar tres sillas de protección (Sergio y Mónica tuvieron que comprar uno nuevo a tal efecto). "En invierno o cuando llueva será muy difícil", aseveró.

Aunque reconoce que "no hay una solución fácil" para su familia, espera que su caso sirva para que las administraciones "tomen nota", modifiquen estos criterios y ayuden a otras que estén en esta misma situación.

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