Santisteve abre una mesa de diálogo con las confesiones religiosas de la ciudad

Zaragoza cuenta con 113 lugares de culto de confesiones diferentes a la católica, que suponen alrededor del 10 por ciento de la población.

El alcalde de Zaragoza se ha reunido este martes con los representantes de las diferentes confesiones religiosas de la ciudad.
El alcalde de Zaragoza se ha reunido este martes con los representantes de las diferentes confesiones religiosas de la ciudad.
Ayuntamiento de Zaragoza

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha tenido este martes una primera toma de contacto con las distintas confesiones religiosas presentes en la ciudad, con las que ha abierto una mesa de diálogo que volverá a reunirse después del verano.

Santisteve y la vicealcaldesa, Luisa Broto, han recibido a representantes de la Iglesia Católica, la comunidad musulmana, la ortodoxa rumana, la adventista, la anglicana, la mormona, la ortodoxa rusa, la evangélica, la bahá'í, la budista y los testigos de Jehová.

Zaragoza cuenta con 113 lugares de culto de confesiones diferentes a la católica, que suponen alrededor del 10 por ciento de la población, y es la cuarta ciudad española con mayor diversidad religiosa, tras Madrid, Barcelona y Valencia.

En declaraciones a los medios, Santisteve ha reivindicado a Zaragoza como ciudad "abierta y tolerante" de la que sentirse "orgullosos" y ha apostado por poner en valor la diversidad del hecho religioso plural, que tiene que ser un "vector en favor de la convivencia y la cohesión social".

El alcalde se ha comprometido con el derecho al culto en una sociedad "tan necesitada de que la espiritualidad y los valores vayan arraigando cada vez más en las nuevas generaciones", aunque defienda que las creencias pertenezcan al ámbito privado.

A partir del verano, se abrirán mesas de trabajo donde abordarán los espacios comunes entre confesiones y administración, así como las necesidades de espacios para el culto y de atención a las personas.

Ha expresado que le gustaría que esta mesa tuviera un trabajo continuado y, entre los asuntos tratados, ha destacado que han hablado del tránsito hacia la muerte y la falta de apoyo y acompañamiento en este proceso, para lo que se necesita "una mano" desde el ámbito espiritual.

Del mismo modo, ha recordado que, al igual que ocurre con la Iglesia Católica, ya se facilitan espacios municipales a todas las confesiones para sus manifestaciones externas, como hace la comunidad ortodoxa durante el Ramadán o también la Iglesia Ortodoxa.

María del Mar López, representante de la comunidad budista en Zaragoza, ha agradecido esta reunión y que se dé espacio a las diferentes voces religiosas, porque la espiritualidad es una manifestación de todas las culturas y, a su juicio, debe tener su sitio en el espacio público.

Ha mostrado su alegría de compartir este foro con otras confesiones religiosas desde el respeto y el diálogo y ha añadido que solo falta que la sociedad lo comprenda así también y no se generen "desprecios" ni "marginaciones".

El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas en Aragón, Abderramán Ben Chaaban, ha señalado que la finalidad del encuentro de este martes era sobre todo conocerse y que las peticiones llegarán en próximas reuniones.

La comunidad musulmana en Zaragoza no se limita solamente al culto, sino que su acción es, sobre todo, social y cultural y, en ese sentido, sí que han tenido contactos con el Ayuntamiento a través, por ejemplo, de la Casa de las Culturas, ha explicado.

Marcos Hernández, del Consejo Evangélico de Aragón, ha valorado esta iniciativa porque pone "el hecho religioso en positivo" y la ha enmarcado en el 500 aniversario de la Reforma protestante, por lo que ha considerado que es un buen año para reformas, ya que "sin la libertad de conciencia, las libertades civiles escasean".

En representación de la parroquia ortodoxa rumana, Aurel Nae ha situado esta idea dentro de un "ejercicio de normalidad" y, en este primer encuentro con el alcalde y con las demás confesiones después de que llegaran hace 15 años a la capital aragonesa, ha aprovechado para agradecer el clima que han encontrado como inmigrantes.

Ha definido la ciudad como un sitio "muy abierto" en el que han disfrutado en todo momento de la libertad religiosa, también en sus manifestaciones públicas, como las procesiones que han celebrado por las calles de Zaragoza, siempre con el permiso y el apoyo del Consistorio.

Por último, el delegado diocesano para el diálogo ecuménico interreligioso y representante de la Iglesia Católica, Jesús Jaime, ha calificado la iniciativa como "muy positiva" para que las religiones aprendan a valorarse y a trabajar juntos por una sociedad "más justa" y "más pacífica".

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