Vecinos y ecologistas preparan una demanda contra la torre de 20 pisos junto al Ebro

"Al pie de la ribera del Ebro, junto al puente de La Almozara, se abre paso el nuevo icono arquitectónico de la ciudad, un edificio para el futuro de Zaragoza". Así anuncia la promotora Ebrosa su proyecto Skyline2020 para construir una macrotorre de 216 viviendas y hasta 20 alturas a la entrada del barrio de La Almozara. Para los vecinos del barrio y Ecologistas en Acción este proyecto plantea numerosas dudas medioambientales, urbanísticas y paisajísticas.

El Ayuntamiento concedió la licencia de obras el 8 de marzo, y los vecinos la recurrieron. Recientemente, el Juzgado contencioso administrativo número 2 de Zaragoza admitió a trámite el recurso presentado por la Asociación de vecinos Ebro de La Almozara (apoyada también por la asociación La Aljafería y por Ecologistas en Acción). Ahora está pendiente la presentación de la demanda, que se hará cuando el Ayuntamiento haya aportado al Juzgado copia del expediente administrativo. Mientras, desde Urbanismo subrayan que el proyecto "cumple con la legalidad". Y la empresa afirma que están haciendo las actuaciones previstas antes de la construcción y que quieren comenzar con las obras antes del Pilar.

(Recreación de la torre, junto al río, en la entrada del barrio de La Almozara)

"Este proyecto plantea muchas dudas ambientales, urbanísticas y paisajísticas que no han sido resueltas durante la tramitación. Un edificio de 20 alturas en la orilla del río tendrá un impacto paisajístico enorme y alterará las vistas de la ciudad. Se quiere construir en terreno inundable y en una zona donde puede haber tierras y aguas contaminadas por la antigua Industrial Química. El Ayuntamiento debería ofrecer más garantías", resume la abogada de los demandantes, Ainhoa Zulaica.

"El proyecto se plantea en un solar que lleva años deteriorado y abandonado. No estamos en contra de que se construya y urbanice esta zona, pero queremos que se haga en condiciones. Falta mucha información para los vecinos del barrio sobre las afecciones de las obras y de estas viviendas", afirma Encarna Mihi, presidenta de la asociación de vecinos Ebro de La Almozara.

Tierras contaminadas y terreno inundable

"La Industrial Química diseminó por todo el barrio las escorias de sus tratamientos industriales. La fábrica se desmanteló a principios de los años 80, pero esas tierras nunca se limpiaron. Cuando se excava en distintos puntos del barrio, aparecen restos de las tierras rojizas, con metales pesados. Un proyecto de esta envergadura requería mayores garantías sobre el tratamiento de las tierras y las aguas subterráneas", señala José Ángel Moncayola, vecino del barrio y miembro de Ecologistas en Acción, que presentó alegaciones al proyecto. Un informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de 2010 señalaba la presencia de contaminantes en distintos puntos del barrio, entre ellos los alrededores del campo de fútbol del Club Deportivo Ebro, cerca de la ubicación de la torre.

Los vecinos temen que las obras afecten al movimiento de aguas subterráneas y que aumente el riesgo futuro de inundaciones. "El edificio está en zona inundable. La modificación del freático va a ser permanente. La CHE ha planteado sus dudas tanto durante las obras como sus afecciones posteriores", destaca Óscar Pueyo, geólogo y vecino del barrio.

"¿Cómo afectará a nuestras casas? Cuando llueve mucho se inunda nuestra calle por las filtraciones del freático. La última vez, en 2015, el agua nos llegaba hasta la rodilla. Y ahora nos quieren meter aquí una torre con tres plantas de sótano", plantean Elvira Gavín y David Joven, vecinos de las viviendas cercanas en las calles Río Guadiana y Sierra de Vicor (son bloques de tres alturas de los años 50).

Las recomendaciones de la CHE

"La licencia se concede porque se cumple la normativa. Tenemos la obligación de tramitar los proyectos aunque no nos gusten. En este caso conseguimos que el proyecto se modificara reduciendo los volúmenes, y se ha minimizado su impacto", explican desde la Gerencia de Urbanismo. En diciembre de 2015 Urbanismo aprobó la modificación del proyecto, que pasó de ser un edificio compacto de 14 plantas a uno escalonado donde su punto más alto tiene 20 alturas. También se redujo el número de viviendas.

Desde Urbanismo reconocen que no tienen ninguna duda sobre el proyecto urbanístico, pero sí sobre las afecciones medioambientales. Por eso han endurecido los requisitos para la concesión de las licencias de obras y urbanización, siguiendo las recomendaciones de la CHE. "Se han tomado las cautelas respecto a la posible contaminación de suelos y aguas, que hay que supervisar durante la ejecución de las obras", señalan.

El Ayuntamiento, siguiendo las recomendaciones de la CHE, ha pedido a la empresa que haga análisis previos de las tierras (cuyos resultados aún no se conocen) y de las aguas subterráneas. También le exige un informe sobre los trabajos de drenaje cuando comiencen las obras. Además, los garajes deberán disponer de puertas estancas ante el riesgo de inundación. Y el promotor deberá certificar en el Registro de la Propiedad e informar a los futuros vecinos de que la construcción se encuentra en zona inundable.

Las obras, antes del Pilar

Desde Ebrosa señalan que conocen que la licencia ha sido recurrida pero no opinan sobre ello y siguen con sus planes. "El expediente de otorgamiento de la licencia ha sido muy minucioso y exigente por parte del Ayuntamiento de Zaragoza y se ha constatado la plena legalidad del edificio", afirman.

"Ahora se está procediendo a cumplir con las condiciones de la licencia que se referían a las actuaciones previas al inicio de la construcción y en cuanto estén cumplimentadas se iniciará la construcción. En estos momentos no podemos concretar una fecha de inicio, estimamos que será antes del Pilar", añaden.