Los dos albañiles que salvaron su vida el viernes después de que les cayera encima la casa que estaban rehabilitando en Nuévalos continúan ingresados en el hospital Clínico de Zaragoza. Uno de ellos, Ramón M., de 42 años y natural de Carenas, continúa en la unidad de cuidados intensivos con pronóstico reservado, mientras que el otro, Joaquín C., de 49 años y vecino de Ibdes, está ingresado en planta, donde evoluciona favorablemente.

Tal y como explicó un familiar de Joaquín, este ha sufrido la rotura del brazo izquierdo y de algunos tendones. Tiene también numerosos golpes y contusiones por todo el cuerpo. "Está muy cansado y dolorido", comentaron ayer por teléfono a este periódico. "Hemos hablado con él, pero no recuerda mucho lo ocurrido. Nos ha preguntado por su compañero", añadieron.

Casi tres horas atrapados

En el momento del accidente, los obreros trabajaban en la planta baja del edificio, por lo quedaron sepultados bajo las dos plantas del inmueble. Los dos hombres pasaron casi tres horas atrapados entre los escombros y fue necesaria la ayuda de 17 bomberos de la DPZ, de los perros y de una grúa para poder rescatarlos. Uno de ellos, el menos grave, pudo protegerse debajo de un dúmper que había justo donde él estaba.

Lo primero que hicieron los equipos de emergencia fue liberarles la cabeza y el torso para que pudieran acceder a ellos los servicios médicos y estabilizarlos. "Tras ponerles una vía y controlar sus constantes vitales, los equipos de rescate procedieron a liberar también las piernas de entre los escombros", detalló el jefe de Bomberos de la DPZ, Eduardo Sánchez. "Tal y como establece el protocolo de urgencias para saber si una persona tiene hemorragia interna o si va a peor, los efectivos del SPEI mantuvieron en todo momento el contacto verbal con los dos heridos, comprobando que daban respuestas coherentes a sus preguntas", añadió Sánchez.