El escritor extremeño afincado en Cataluña Javier Cercas ha mantenido un encuentro digital con sus lectores en Heraldo.es. Entre las cuestiones han destacado aquellas relacionadas con la publicación de su último libro: 'El monarca de las sombras', con el que el autor regresa con una historia sobre la Guerra Civil 16 años después de su éxito 'Soldados de Salamina'.

Buenos días Javier. Me encantan sus novelas, ¿cuándo decidió que quería ser escritor? ¿Cómo empezó? ¿Esperaba llegar hasta donde ha llegado? (Tomás)

No sé muy bien hasta dónde he llegado, la verdad, pero nunca pensé que me ganaría la vida escribiendo, cosa que sólo he empezado a hacer a partir de los cuarenta años (y eso porque he tenido mucha suerte). Eso sí, desde la adolescencia soñaba con ser escritor, pero más o menos como se sueña con ser astronauta, y a partir más o menos de los veinte años mi principal ambición era llegar a escribir algo decente. Todavía estoy en eso.

Hola, Javier. Tras la polémica con tu último libro, ¿cree que mucha gente tiene dificultades para distinguir ficción de realidad y para separar al autor de sus personajes? (Cristina)

Siempre hay gente con dificultades de ese tipo, sobre todo en nuestro país, donde hay bastante gente que no sabe leer, o que finge muy bien que no sabe leer. De todos modos, si un libro como el que he escrito no genera ningún tipo de reacción polémica, no hay duda: es un mal libro. Escribir consiste en correr riesgos, y yo procuro correrlos todos.

La Guerra Civil es ¿su tema? Al margen de sus otros títulos se le asocia con ese episodio de la historia, y ahora regresa a él. ¿Por qué? (Lucía)

El tema de 'El monarca de las sombras', como el de 'Soldados de Salamina' -los dos libros sobre la guerra que he escrito-, no es exactamente la guerra civil sino la herencia de la guerra civil, con la que todos sin excepción cargamos; ninguno de los dos libros, dicho de otro modo, trata del pasado: ambos tratan del presente. Por lo demás, la guerra es el primer tema de la literatura, y probablemente será el último.

Igual que ‘Soldados de Salamina’ tuvo su adaptación cinematográfica, ¿tiene pensado que ‘El monarca de las sombras’ o alguna otra novela suya siga el mismo camino? (Francisco)

Ahora mismo hay tres proyectos de películas basadas en mis novelas, pero ninguno de ellos se basa en 'El monarca de las sombras', un libro que a priori me parece imposible llevar al cine. El proyecto más maduro es una película que estrenará Manuel Martín Cuenca en otoño: está basada en mi primera novela, 'El móvil', y por motivos fácilmente imaginables se titulará 'El autor'. Y la verdad es que me hace mucha ilusión que un libro escrito hace treinta años, en la soledad más absoluta y sin pensar siquiera que iba a publicarse, cobre nueva vida en esa película.

En las ferias del libro que se están celebrando estos días se ha dejado fuera a las editoriales de autoedición, ¿qué opinión le merece este hecho? Creo que una feria del libro ha de mostrar lo que se escribe, no solo lo que el mercado quiere colocar. (Bernardo López)

No sé qué decirte, Bernardo: me parece una pregunta para un político, o para un editor; yo sólo soy un escritor, y mi conocimiento de la industria editorial, de las ferias y demás es muy limitado. Dicho esto, no veo por qué las editoriales de autoedición no pueden tener cabida en una feria del libro.

Le da a la ficción pura, al retrato de personajes, a la remembranza de momentos históricos, a la historia familiar... ¿En qué género se siente más cómodo? (Javier)

En la novela a secas, que es un género donde caben todos los demás géneros, una especie de animal omnívoro y mutante que se alimenta de todos los géneros que encuentra a su paso -incluidos los no propiamente literarios, como la historia o el periodismo- y que cambia a medida que los devora. Para mí, escribir una novela consiste en formular una pregunta compleja de la manera más compleja posible y, como naturalmente cada pregunta es distinta, la manera de formularla debe ser también distinta, lo que significa que, aunque inevitablemente tengan rasgos comunes, cada una de mis novelas opera según reglas distintas. Insisto: una de las principales virtudes de la novela es que puede contener a todos los demás géneros, su carácter híbrido y cambiante, su versatilidad; yo intento aprovechar al máximo esa virtud.

Buenos días, creo que su obra es tremendamente periodística, sus novelas parecen reportajes, ¿es así? (J. P.)

¿Es usted periodista? Lo digo porque los periodistas suelen decir que mis novelas parecen reportajes. Por su parte, los historiadores las leen a menudo como libros de historia, los ensayistas como ensayos, los biógrafos como biografías, los autobiógrafos como autobiografías y así sucesivamente. Y todos hacen bien, todos están en lo cierto, porque mis novelas o muchas de mis novelas participan a su modo de todos estos géneros. Lo cual me devuelve a la respuesta anterior: la novela es un cajón de sastre, un género de géneros, un saco donde cabe todo (esto último lo dijo Baroja, si no recuerdo mal).

En estos últimos meses se habla del fin de la novela del yo. ¿Tiene sentido ese debate? (Beatriz)

No, como tampoco tiene sentido el debate sobre el fin de la novela a secas. Son cosas que se dicen desde que nació la novela. Lo cierto es que, cuando alguien dice que la novela ha muerto, yo siempre pienso que el que está muerto es el que lo dice. Porque el hecho es que, comparada con los demás grandes géneros literarios, la novela está más bien en pañales, y lo que hagamos con ella depende únicamente de nosotros, los escritores, y también los lectores, que son los que completan las novelas.

'Soldados de Salamina', 'La velocidad de la luz' y 'Anatomía de instante' son sus obras más premiadas, ¿hay alguna clave para el éxito? ¿qué le inspiró para escribir cada una de ellas? (Pedro)

Bueno, creo que 'El impostor' ha recibido más premios que algunas de las novelas que menciona, casi todos en el extranjero (algunos tan exóticos como el Premio a la Mejor Novela Extranjera publicada en China; otros tan bonitos como el premio a la mejor novela europea que concede el Parlamento Europeo). Sea como sea, cada una de esas novelas parte de una fuente de inspiración distinta; sólo tienen una cosa en común: lo que a mí me lleva a escribir es algo que no entiendo, y la escritura -más bien, la escritura novelesca- es el mejor instrumento que conozco para entender. En cuanto al éxito, bueno, como usted sabe para un escritor el éxito de verdad consiste en escribir el mejor libro que en cada momento puede escribir. Yo lo persigo con cada libro.

Buenos días Javier, usted nació en un pequeño municipio de Cáceres, ¿qué opinión tiene del fenómeno de la despoblación del que tanto se habla últimamente? (Daniel)

Bueno, Sergio del Molino, que es aragonés y trabajó en este periódico, ha escrito un libro admirable sobre el asunto -admirable y necesario-, y yo sólo puedo añadir que eso está en el subsuelo de El monarca de las sombras, uno de cuyos temas es precisamente la emigración: yo soy un fruto de ella -quiero decir que sin ella probablemente no sería escritor- y mi madre -la verdadera protagonista de El monarca- es una víctima. En España hay muchas víctimas y muchos frutos de ese fenómeno sin el cual es imposible explicar la historia reciente y la realidad de nuestro país.

Hola Javier, siempre me ha gustado mucho la historia y la escritura. Cuando era adolescente participé con acierto en algún concurso de relatos, pero nunca me he atrevido a dar el salto a escribir un texto más extenso, ¿me podría dar algún consejo? ¿Hay algún límite de edad para empezar a escribir?

Yo soy muy bueno recibiendo consejos, pero muy malo dándolos. De todos modos, si quieres ser escritor me atreveré a darte un triple consejo: lee mucho, escribe mucho y no tengas prisa por publicar. Todo lo demás no tiene ninguna importancia.

¿En qué proyecto está trabajando? (Julio)

Hemingway decía que, si hablas del libro que estás escribiendo, algo esencial se escapa, así que, a menos que sea absolutamente necesario, yo no hablo nunca del libro que tengo entre manos (un libro que, por lo demás, ahora mismo es sólo una idea a la que llevo dando vueltas desde hace ya algún tiempo).

A lo largo de su carrera ha tenido grandes éxitos, ¿hay alguno que todavía se le resista? (L. S.)

Lamento decirle que a lo largo de mi vida he cosechado muchos más fracasos que éxitos: por ejemplo, de adolescente hubiese vendido mi alma al diablo por jugar en Roland Garros. Claro que de los fracasos se aprende mucho más que de los éxitos, frase que es ya casi un cliché pero que no por ello deja de contener una parte importante de verdad, al menos en mi caso.

Javier Cercas acudirá esta tarde a la Feria del Libro de Zaragoza (entre las 19.00 y las 21.00 en la Caseta de la Feria) para atender a todos los interesados.