Nadie quiere los terrenos de la antigua cárcel de Torrero
La subasta de Hacienda vuelve a quedar desierta. La rebaja de cerca de 3,5 millones de euros no fue suficiente para generar interés.
Los más de 2.000 m2 en los que hace años se levantaba la cárcel de Torrero y sobre los que aún no se ha construido seguirán vacíos. En estos terrenos situados entre la avenida de América y la calle de la Villa de Ansó seguirán creciendo las malas hierbas, porque la subasta lanzada por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas el pasado mes de enero ha quedado desierta. Así consta en el portal en el que se detallan todos los procedimientos de contratación pública del Estado.
No es la primera vez que nadie se interesa por las parcelas. Estos terrenos ya salieron a subasta en noviembre de 2013 y ninguna empresa se mostró interesada en adquirirlos. La Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SEIP), a la que está adscrita la propiedad, esperaba que la rebaja de 3,5 millones de euros (en 2013, los terrenos salieron a subasta por cerca de 9,4 millones y el pasado mes de abril el precio de salida era de 5,9 millones) aplicada al precio de salida del año 2013 llamara la atención de posibles empresas constructoras. Pero ni con esas.
Ninguna empresa presentó oferta para hacerse con las parcelas, por lo que al SIEP no le quedó otra que declarar desierta la convocatoria. Todo ello a pesar de que el Ministerio retrasó dos meses la fecha de la subasta (de febrero a abril), quizás buscando dar más tiempo a posibles interesados.
De acuerdo con los planes aprobados por el Ayuntamiento de Zaragoza, en los terrenos de la antigua cárcel de Torrero (que están divididos en tres solares) se pueden levantar un total de 64 viviendas protegidas en dos de los solares (las casas se repartirían en dos bloques, uno de 14 pisos y otro de 50) e instalaciones de uso terciario en el tercer solar, instalaciones que pueden ser desde comercios a oficinas.
La edificabilidad autorizada de esos más de 2.000 m2 de terreno roza la nada desdeñable cifra de 10.000 m2. Pero, de momento, los terrenos seguirán vacíos. Habrá que esperar para ver si Hacienda vuelve a sacarlos a subasta, por aquello que dice la sabiduría popular de que a la tercera va la vencida.
