Se vistió ayer de gala el nuevo Palacio Municipal, la casa de la ciudad. Se iba a dar cumplimiento al acuerdo del Ayuntamiento de entregar la medalla de oro de la ciudad a la Universidad de Zaragoza. A la Universidad y a su historia, y a su proyección secular en todos los aspectos de la vida progresiva de la ciudad desde que se fundó hasta hoy. Y el acuerdo comprendía también que la entrega se hiciera en acto solemne.

Y lo fue, ciertamente, en todos los aspectos, y realzado con la presencia del ministro de Educación y Ciencia, señor Lora Tamayo, y del director general de Enseñanza Universitaria, señor Hernández Díaz, el celebrado ayer al mediodía en el magnífico salón de sesiones del Ayuntamiento, engalanado, como los vestíbulos y accesos, con los ujieres en traje de ceremonia, con los timbaleros y clarineros en el pasillo de acceso al salón, para interpretar en su momento la marcha de la ciudad. Las Tunas universitarias y el Orfeón universitario, primeramente en la calle y luego en los pasillos y en el antedespacho de la Alcaldía, con sus músicas, con sus cantos, pusieron un ambiente de juventud y universitario a la solemnidad. Un contraste que revalorizaba la solemnidad y le quitaba cualquier posible frialdad de acto meramente oficial. Antes de la hora anunciada iban llegando al Ayuntamiento los invitados a la ceremonia, que se iban acomodando en la tribuna pública. También llegaron los claustros universitarios, Junta de Gobierno de la Universidad, con sus vistosos y al mismo tiempo severos uniformes académicos.

Llegada del ministro de Educación y Ciencia

Poco después de las once y media llegó al Ayuntamiento el ministro de Educación y Ciencia, profesor Lora Tamayo, acompañado del director de Enseñanza Universitaria, señor Hernández Díaz; del gobernador civil, señor González- Sama, y de otras autoridades. Todos pasaron al despacho de la Alcaldía, donde fueron recibidos por el alcalde, señor Alierta, y el Ayuntamiento en corporación. Unos minutos para saludos y cambios de impresiones, y tanto el ministro, como el director general, pasaron a un departamento especial para vestirse con los trajes académicos: toga, muzeta y birrete.

En tanto, las primeras autoridades pasaron al salón de sesiones para ocupar los escaños especiales que tenían designados a la derecha de la presidencia, por este orden: capitán general de la Región, teniente general De Ynclán Bolado; teniente general jefe de la Región Aérea Pirenaica, señor Prado Castro; gobernador civil de la provincia, señor González-Sama; presidente de la Audiencia Territorial, señor García Tenorio; presidente de la Diputación, doctor Zubiri Vidal; fiscal de la Audiencia Provincial, señor Barril, y delegados provinciales de los distintos ministerios.

A continuación de ellos, y como invitado especial, el doctor don Antonio Puigvert, director del Instituto Urológico del Hospital Civil de San Pablo, de Barcelona. También estaban ocupados dentro del recinto de estrados otros sillones por el exalcalde de la ciudad don Luis Gómez Laguna, y algunos exconcejales que formaban parte del Ayuntamiento que tomó el acuerdo, entre ellos el entonces presidente de la Comisión de Gobernación señor Sánchez Morales, y el autor de la proposición, señor Sesma Catalán. Y un lleno en la tribuna pública.

Solemne entrada de la comitiva y comienzo del acto

A las doce y cuarto, y a los solemnes compases de la marcha de la ciudad, interpretada por los timbaleros y clarineros municipales, y entre cánticos del Orfeón universitario, desfilaron e hicieron su entrada en el salón de sesiones el claustro y profesores universitarios con la bandera de la Universidad al frente, y casi todos con los trajes académicos, y en fila de a dos se dirigieron a ocupar sus puestos.

A continuación hizo su entrada el Ayuntamiento corporativamente, vistiendo todos traje de etiqueta o uniformes del Movimiento, y cerraban la comitiva el ministro, señor Lora Tamayo, acompañado del alcalde, señor Alierta, director general de Enseñanza Universitaria, señor Hernández Díaz, y rector de la Universidad, señor Cabrera Felipe. Ocupó el sillón presidencial el ministro, que tenía a su derecha al alcalde y al primer teniente de alcalde, don Mariano Horno Liria: y a su izquierda, al director general de Enseñanza Universitaria y al segundo teniente de alcalde, señor Oliden.

En los escaños especiales de primera fila, a la izquierda de la presidencia, ocuparon sus puestos el vicerrector de la Universidad, don Francisco Ynduráin, Junta de Gobierno, los decanos de todas las facultades de nuestra Universidad, el secretario general de la misma, don Antonio Beltrán Martínez, y el exrector, don Miguel Sancho Izquierdo. En los demás escaños de filas posteriores, los profesores universitarios. Los concejales ocuparon los escaños a la derecha de la presidencia, inmediatamente detrás de las primeras autoridades.

Seguidamente, el ministro declaró abierta la sesión, y el secretario general de la Corporación, señor Aramburo, dio lectura al acta de la sesión, celebrada en el pasado mes de enero, en que se tomó el acuerdo de conceder la medalla de oro de la ciudad a la Universidad de Zaragoza, y del escrito de propuesta, con un historial de la Universidad zaragozana, y de su proyección a través de la historia y del tiempo en la vida de Zaragoza y en la historia que continuadamente han escrito los zaragozanos. La lectura del acuerdo fue acogida con aplausos. Terminada la lectura del acta se levantó a hablar el alcalde, señor Alierta Perela, que pronunció un interesante discurso.

Noticia de hemeroteca recopilada por Elena de la Riva y Mapi Rodríguez. Documentación de Heraldo de Aragón.