Urbanismo da un mes al Aura para cambiar sus sótanos y su discoteca y evitar su clausura

La empresa garantiza que los actos apalabrados se celebrarán. Deberá tener un predominante uso deportivo o náutico.

El restaurante River Hall de Zaragoza.
El restaurante River Hall de Zaragoza.

El complejo Aura, situado en plena orilla del Ebro, tiene un mes para comprometerse a redefinir sus usos y evitar el cierre. Ayer mismo podría haber perdido su licencia de actividad por no ajustarse al proyecto inicial, que contemplaba un predominante uso deportivo. No obstante, PP, PSOE y C’s forzaron la retirada del expediente, que se llevará a la próxima gerencia de Urbanismo, para no perjudicar a quienes tenían allí apalabrada alguna celebración. Aseguraron, en todo caso, que el informe del servicio de disciplina urbanística es demoledor, ya que evidencia unas "más que obvias irregularidades".

La retirada, a la que se opusieron ZEC y CHA por considerar que la empresa había tenido tiempo suficiente para actuar, da a la adjudicataria un mes para comprometerse a realizar los cambios que se le exigen. Pablo Muñoz, concejal del área, explicó que, según figura en su licencia, el edificio tendría que tener un uso deportivo o náutico. Aunque la hostelería tendría cabida de forma complementaria, no debería ser la actividad principal, algo que lleva años ocurriendo (tiene dos #restaurantes y una discoteca).

El Aura, en todo caso, "no podrá ser lo que es ahora". "Tendrá que dársele la vuelta como a un calcetín y que la actividad deportiva sea la principal", apuntó. El complejo, según explicó ayer su gerente, Iván Acedo, ya trabaja en una solución. Los sótanos, utilizados hasta ahora como almacén de uso terciario, pasarán a tener uno deportivo o se cerrarán.

Adelantó, asimismo, que el futuro de la discoteca está en manos de los servicios jurídicos. Se estudia no abrirla al público y mantenerla para bodas y otras celebraciones, propuesta que contrasta con la versión del gobierno, que sostiene que tendría que convertirse en un club social y adaptarse a los horarios de la actividad principal. Acedo confió en que estos cambios sean suficientes para mantener la licencia y subrayó que todas las citas apalabradas "se van a cumplir". "Los salones van a seguir abiertos", añadió. Muñoz, en cambio, aseguró que el problema, originado hace unos cinco años, ha ido cada vez a peor a pesar de los avisos y de las inspecciones municipales.

"La incompatibilidad de usos se puso expresamente de manifiesto en abril de 2016. Llevamos un año dándoles una oportunidad. Las leyes están para que todos las cumplan", expuso, e indicó que la actividad actual "no se puede legalizar". En todo caso, aseguró que el Consistorio negociará y será todo lo flexible que la normativa permita siempre que perciba voluntad de cambio por parte de la empresa, que ayer publicó un comunicado en el que reafirma su compromiso de cumplir la legalidad vigente y resolver las gestiones que corresponden.

En él, recalca que se construyeron los hangares y los centros de actividades proyectados y que estos espacios están "en funcionamiento". También señala que se ha ofrecido en reiteradas ocasiones la formalización de un convenio para que el Ayuntamiento pueda organizar las actividades deportivas que desee.

Tenso debate político

La situación del complejo, fruto de un acuerdo con Helios en 2006, provocó ayer un tenso debate político. El PP acusó a ZEC, a favor de revocar la licencia, de actuar de una forma u otra en función de quién estuviese detrás del proyecto, y puso como ejemplo el Luis Buñuel o La Ciclería. PP, PSOE y Ciudadanos mostraron su preocupación por la pérdida de puestos de trabajo y las afecciones a los ciudadanos, motivo por el que prefirieron retrasar la decisión. Exigieron, en todo caso, que se subsanen las deficiencias. CHA, por el contrario, se desmarcó y pidió votar ya el expediente, ya que, en su opinión, la empresa no tiene intención de abordar los cambios necesarios.

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