Un vídeo en directo desde la plaza de Salamero enviado por miembros de la banda latina Dominican Don’t Play (DDP) a través de la aplicación Instagram en el que retaban a sus rivales de los Black Panther fue el desencadenante de la riña tumultuaria que se produjo el pasado miércoles en pleno centro de Zaragoza. Los primeros se mofaban de estar en ‘territorio’ de quienes consideran sus enemigos, lo que hizo que estos últimos acudieran al lugar armados con palos, machetes y cadenas para resolver sus diferencias.

Los once implicados en la reyerta –nueve chicos y dos chicas– declararon ayer, cuatro de ellos ante la Fiscalía de Menores y el resto en el juzgado de guardia, para dar cuenta de una pelea que se desató en torno a las 20.30 y provocó gran alarma entre los vecinos y viandantes de la zona, muy concurrida a esa hora.

Tras los interrogatorios, seis de los siete adultos quedaron en libertad provisional investigados por delitos de pertenencia a grupo criminal y riña tumultuaria. Solo el considerado cabecilla de los DDP, A. P. L., de 20 años, fue enviado a prisión como presunto autor de un delito de lesiones con instrumento peligroso. De hecho, la Policía considera que fue esta persona quien atacó por la espalda con un cuchillo a un miembro de la banda rival, de unos 16 años.

El menor fue asistido en el hospital Miguel Servet, donde vieron que presentaba una herida superficial de tres centímetros y procedieron a ponerle varios puntos de sutura. Tras la cura, el lesionado recibió el alta y quedó a disposición de la Fiscalía. Los detenidos, a los que asistieron los abogados Javier Notivoli y Carlos Vela, entre otros, son de nacionalidad colombiana, dominicana y brasileña y parece que habían tenido otros enfrentamientos.

Rápida actuación de la Policía

La batalla campal no tuvo peores consecuencias porque los viandantes informaron enseguida a la Policía y esta envío rápidamente varias patrullas. Cuando llegaron los agentes, tuvieron incluso que interponerse entre los contendientes para separarlos. Al final, los policías detuvieron a once pandilleros, pero creen que en la riña pudieron participar unos dieciséis, por lo que la investigación continúa abierta.

Lo que más alertó tanto a los vecinos de la plaza de Salamero como a quienes a esa hora pasaban por allí fue la violencia con la que se empleaban los jóvenes, así como las armas que esgrimían. De ahí que enseguida hicieran uso de sus móviles para poner en alerta al 091.

La Brigada Regional de Información de la Policía se ha hecho cargo de las pesquisas y trata ahora de dar con el resto de implicados. Los agentes cuentan para su investigación con las cámaras de los comercios, así como con el testimonio de vecinos y viandantes que presenciaron los hechos.