Cada fin de semana, los vecinos de la calle Vasconia, en la zona de bares de Moncasi, soportan los ruidos, las peleas y los altercados y la suciedad derivada del puñado de bares que sigue abierto en la zona. Lo que podría parecer un problema del pasado -la actividad en el Rollo es muy inferior a la de hace años- sigue vigente, sobre todo por un local especialmente problemático.

Este establecimiento funciona como un 'after', abriendo sus puertas hacia las 10.00 y bajando la persiana algo antes de las 12.00. Es entonces cuando se genera una mayor conflictividad. La calle aglutina casi dos centenares de denuncias por alteraciones del orden público, menudeo de drogas y desobediencia en los últimos dos años, con picos de hasta diez expedientes en un solo fin de semana, como ocurrió el del 30 y 31 de julio del pasado año.

El área de Urbanismo inició en 2016 dos expedientes sancionadores que se cerraron en septiembre y enero con sendas multas de 1.200 y 900 euros respectivamente por incumplimiento del horario de cierre, según detalló el concejal del ramo, Pablo Muñoz, en la comisión celebrada este jueves, tras ser preguntado por el edil de Ciudadanos Alberto Casañal.

Muñoz detalló que existen otros dos procedimientos sancionadores abiertos. El primero de ellos tiene fecha de entrada del 12 de enero y viene motivado por el incumplimiento de las condiciones de licencia al "disponer de equipo musical".

El otro se inició el pasado 15 de febrero y concluye que la concurrencia en el momento de la inspección policial superaba el aforo máximo permitido.

En su intervención, el concejal de Urbanismo no hizo alusión alguna a un posible cierre, si bien sí apuntó que "la maquinaria está en marcha" de cara a que "el servicio de Inspección decida si (la actividad) se ajusta o no a la licencia".

"La conclusión de esos procedimientos determinará si se imponen las oportunas sanciones, las comentadas y otras más. Incluso, si procediese, inhabilitar al titular para ostentar la titularidad de establecimientos públicos". Esta última posibilidad abarca sanciones que van de los tres meses a los diez años.

Peleas y amenazas

Los habitantes de la zona reconocen su hartazgo con la situación, pero también el miedo que sienten. Tres vecinas (que prefieren no dar su nombre) lo relatan. "El ruido y los altercados comienzan los jueves. Los jóvenes están bebiendo, gritando, peleando en las calles... Y te amenazan con que te van a volar la cabeza si les dices algo. No doy la cara por mis hijas, porque tengo miedo", señalaba una de ellas.

"Beben demasiado, están que no se tienen. Hay escándalo y chillidos", apuntaba una segunda, de avanzada edad, mientras que la última indicaba que estos altercados son "sobre todo peleas entre dos individuos. Hay mucho alcohol, hay drogas también. Llamamos a la Policía y vienen en seguida, pero todo sigue igual".