La confluencia de la calle Zafiro con Rocío y con Alhama de Aragón, en el barrio de La Paz, trae de cabeza a los vecinos del entorno desde hace tiempo. Concretamente, hablan de un “tremendo aumento de la circulación en la calle Zafiro en los últimos años”, coincidiendo con el desarrollo y el crecimiento de Parque Venecia y la llegada del centro comercial Puerto Venecia: “Se ha convertido en una vía principal de entrada y salida del barrio que cada vez soporta más tráfico durante los fines de semana, por las tardes… El número de vecinos sigue creciendo y son viales frecuentados por quienes acuden hasta la superficie comercial”, señala Manuel Arnal, representante de la AVV La Paz, quien considera “más que necesario” actuar en la zona.

En el ente se refieren a la “peligrosidad” que supone uno de los cruces: el de la calle Zafiro con Alhama de Aragón; y la “dificultad” de incorporación de quienes salen también desde la calle Rocío. “La prioridad, tanto de subida como bajada, la tienen los conductores que circulan por la calle Zafiro, y las dos calles laterales poseen stop. Por ejemplo, cuando el autobús 23 se incorpora desde la calle Alhama para bajar hacia la rotonda del Tercer Cinturón, necesita un tiempo considerable para hacerlo. Mientras, los vehículos que llegan desde la calle Rocío, si hay atascos o mucha circulación, tampoco pueden incorporarse bien a Zafiro”, detalla Arnal.

Marisa Martín es vecina de la calle Rocío y, afectada por este escenario, decidió hacer llegar su preocupación hasta la agrupación. “Los fines de semana es imposible salir con el coche desde la calle Rocío, pues te arriesgas a que se te lleven por delante. Si miras hacia el lado izquierdo y hay automóviles aparcados, no tienes visibilidad. Además vienen vehículos desde Puerto Venecia por la calle Zafiro y cruzan también coches y autobuses desde Alhama de Aragón: salimos a ciegas porque no hay regulación y sí mucho tráfico y, a veces, a bastante velocidad”, cuenta. Según Martín, el tiempo de espera en el cruce puede alcanzar los diez minutos: “Se forman colas y tapones y más de una vez hemos tenido que retroceder con los coches para salir del barrio por otras vías adyacentes teniendo que dar mucha vuelta”, ahonda.

Además de referirse a esos atascos de vehículos privados y transporte público, la densidad de tráfico genera también, a juicio de Arnal, peligro para los peatones; algo que ha motivado quejas en el barrio. “Al margen de los vecinos de la calle Rocío, otros residentes nos han planteado el riesgo de cruzar a pie por pasos de cebra muy largos cuando puede no existir total visibilidad o hay algunos vehículos que marchan a excesiva velocidad”, indican en la asociación.

Por ello, el colectivo demanda la instalación de un cruce semafórico en el área donde confluyen las tres vías para “garantizar el paso seguro de los viandantes y la salida regulada de vehículos, especialmente, de los autobuses que toman la calle Zafiro desde Alhama de Aragón”. Esto serviría, dicen, para ganar en seguridad peatonal, reducir velocidad y facilitar la incorporación de los autobuses. “Podría colocase un semáforo peatonal, por ejemplo, en la calle Zafiro, y otro semáforo en Alhama de Aragón; pero han de diseñarlo los técnicos”, apunta Manuel Arnal.

A raíz de las inquietudes y las quejas recibidas, la reivindicación ha sido abordada recientemente en la asamblea general anual de esta asociación de vecinos, que tiene previsto trasladar la situación y su propuesta a la comisión de Urbanismo de la junta de distrito. “Hace tres años ya solicitamos el diseño de una rotonda o una semirotonda en la zona, pero técnicamente se valoró que era complicado”, concluye Arnal.