El barrio zaragozano de La Jota pertenece al distrito del Rabal, que cuenta con 78.278 habitantes y con tres centros de salud, ubicados en los barrios de Arrabal, Picarral y La Jota, por lo que este último tiene que dar servicio también a los vecinos de Vadorrey y Jesús. “Está pensado para atender a 17.000 habitantes y ahora asiste a 30.000”, dice Juan Antonio Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio La Jota. “En esta época se disparan las consultas y las citas se pueden demorar hasta una semana”, explica el presidente. Por ese motivo, la entidad vecinal “reclama la inclusión de la construcción del futuro Centro de Salud del Barrio de Jesús en el Plan de Infraestructuras del Servicio Aragonés de Salud 2016-2019”. “Es necesario para descongestionar el centro de La Jota”, apunta Andrés.

Los vecinos coinciden en este análisis. “Hay mucha gente. El otro día tenía hora a las 16.15 y me atendieron una hora después. Pero también hay quien pide cita y luego no va”, dice María Paz Ballester, que vive en este barrio desde hace más de 50 años.

“Acabo de coger hora para el pediatra del niño, me han dado para el viernes y estamos a miércoles, por lo que sí que hay retraso”, relata Rocío Serrano, de 29 años.

A esta situación se une la marcha de algunas especialidades, que antes se atendían en el Centro Grande Covián, al Hospital Provincial, lo que “causa un gran perjuicio a los habitantes de la margen izquierda del Ebro y de municipios como Villamayor, Zuera, Santa Isabel o Villanueva de Gállego, ya que sus habitantes deben desplazarse hasta el Provincial con las dificultades de aparcamiento, y acceso que tiene”, apunta el presidente de la entidad.

Suciedad en parques y solares

Otra de las quejas de los vecinos de La Jota se dirige al estado en el que se encuentran algunas de las calles del barrio, en el entorno de la avenida de La Jota, Ronda Hispanidad y avenida de Alcalde Caballero, “donde las calles son estrechas, hay baldosas levantadas y solares en los que están aparcando coches, se genera suciedad y existe riesgo de incendio. De hecho, el año pasado hubo uno en un solar de Alcalde Caballero”, relata Juan Antonio Andrés.

El caso de los solares es especial. En el entorno de la avenida de La Jota y Ronda Hispanidad hay varios que se utilizan como aparcamiento, pero tienen socavones, hierros, suciedad y hierbas que crecen sin control. “Hay solares que parecen nidos de ratas”, afirma Santiago Chueca, que vive en La Jota desde hace 40 años.

“Están muertos de risa”, añade Ernesto Gabaldón, vecino del barrio de 79 años.

La suciedad se extiende también a algunas de las zonas verdes. “Nos han hecho un parque para mayores con aparatos para hacer gimnasia y es una pena ir porque está llena de excrementos de perro”, dice María Paz Ballester.

“Ese parque está bastante mal. No hay más que cacas de perros y mucha porquería”, corrobora Santiago Chueca.