La prueba piloto de la recogida de basura orgánica será en el Actur y el Centro o el Casco

En la margen izquierda se instalaría un quinto contenedor en la calle, mientras que en centro habría recogida alterna. Afectará a más de 100.000 personas y se extenderá después por la ciudad.

Resultados obtenidos en el análisis de un camión de basura (donde se recogen los contenedores verdes) el 11 de mayo de 2016.
Resultados obtenidos en el análisis de un camión de basura (donde se recogen los contenedores verdes) el 11 de mayo de 2016.
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El Actur y el Centro o el Casco Histórico serán el año que viene los escenarios principales de la prueba piloto que prepara el Ayuntamiento para implantar la recogida selectiva de la basura orgánica. Esa es, al menos, la propuesta que ha hecho al Consistorio la empresa que ha analizado cómo se podría implantar en Zaragoza esta medida, que debería cambiar la manera que tienen los zaragozanos de tirar la basura. En estos barrios, cuando se lance el proyecto los vecinos tendrían que comenzar a separar en sus casas en un cubo separado los restos de alimentos, además de los demás desperdicios que ya se reciclan (envases, papel y cartón, vidrio...).

La prueba piloto pretende que se puedan ensayar en varias zonas los distintos sistemas de recogida selectiva de basura orgánica que existen, y que luego se extenderían al resto de la ciudad, adonde se quiere que lleguen en 2020. En el Actur-Rey Fernando se implantaría un quinto contenedor de color marrón en la calle, junto a los existentes de envases, papel y cartón y vidrio. Se ha escogido este barrio por su disposición urbanística (calles amplias) y por su composición demográfica, no demasiado envejecida.

Este sistema del quinto contenedor sería el primero en implantarse dentro de la prueba piloto, ya que se trata del menos ‘agresivo’ y el que, en cualquier caso, se acabaría poniendo en al menos el 75% de Zaragoza. Pero además, este ensayo general serviría para probar otras dos experiencias que exigen una mayor implicación de los vecinos, pero que también mejoran los resultados de reciclaje de basura orgánica.

En el distrito Centro o en el Casco Histórico –está por decidir– se ensayaría la recogida alterna de orgánico y resto. Este sistema consiste en que los vecinos deberían sacar su basura al contenedor individual que tiene cada comunidad de vecinos en su portal, pero con un calendario determinado: en principio, se sacarían cinco días a la semana la bolsa de orgánico y dos la de resto –en la que se tirarían todos los productos no reciclables–. Este sistema, que mejora los resultados de recogida respecto al del quinto contenedor, se podría implantar en un futuro por su estructura urbanística en el Centro, en el Casco Histórico y en parte de Las Delicias y Universidad.

También se plantea probar, de forma experimental, el sistema puerta a puerta en alguna barrio rural como La Cartuja y Movera. Con este mecanismo, cada vecino tendría que sacar su cubo a la calle, y cada día solo podría depositar un tipo de residuo: basura orgánica, envases, papel y cartón o resto. Esta forma de reciclar es la que da mejores resultados, pero en algunos lugares en los que se ha instalado ha generado un fuerte rechazo entre los residentes.

En total, la prueba piloto alcanzaría a entre 100.000 y 110.000 vecinos, y también se implantaría en los comercios grandes productores de basura orgánica de la zona Centro y en los de Mercazaragoza. Con esta fórmula, el estudio encargado por el Ayuntamiento estima que se recogerían entre 7.900 y 8.400 toneladas al año de residuos orgánicos.

El calendario previsto

Los detalles de la prueba piloto se cerrarán antes del verano en un proyecto pormenorizado. Según el cronograma previsto, a finales de este año debería empezar a recopilarse el material necesario, como cubos para los vecinos o contenedores marrones para instalar en la calle. En el presupuesto de este año hay una partida de 500.000 euros que se utilizaría para esto. También se lanzaría una campaña de comunicación en las zonas afectadas.

A lo largo de 2019 se harían los cambios necesarios para extender la prueba piloto a toda la ciudad, algo que sucedería en 2020. Para ello, el estudio plantea tres escenarios posibles, con distintos niveles de ambición y resultados. El coste de la implantación oscilaría entre los 3,4 y los 4,9 millones de euros, y el servicio de recogida y transporte de basuras de la ciudad se encarecería en entre 2,8 y 7,8 millones.

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