Condenado un exsocio de Lacasta y su hermano a tres años de prisión

La Audiencia estima que Javier y Juan Carlos Arcal falsificaron documentos para cobrar una supuesta deuda y engañar a un juez.

La Audiencia de Zaragoza ha condenado a Javier Arcal Arqué, exsocio de Eduardo Lacasta –dueño del grupo Fincas Atlanta– a tres años de prisión por un delito de falsificación de documento mercantil y otro de estafa procesal. La misma pena y por idénticos delitos impone a su hermano Juan Carlos Arcal. También deberán abonar sendas multas y pagar una indemnización de 12.467 euros a Servicios Hosteleros Jaca S. L.


Según la sentencia del tribunal de la Sección Sexta, ambos acusados, con idea de enriquecerse ilícitamente, elaboraron un contrato de mediación y una factura que resultaron ser falsas en su contenido. Ambos documentos los presentaron posteriormente en un procedimiento del Juzgado de Primera Instancia número 8 cuyo titular, llevado a engaño por la falsedad, ordenó el embargo de la mercantil Servicios Hosteleros Jaca S. L., propietaria del hotel Mur, situado en la ciudad oscense.


La sentencia considera probado que en agosto de 2012 se constituyó la mercantil Servicios Hosteleros Jaca S. L. con el único propósito de comprar el inmueble que alberga el hotel Mur. Este edificio pertenecía entonces a la sociedad Carya Treinta S. L., administrada por Lario G., albañil y empleado de Eduardo Lacasta. En la escritura, fue nombrado administrador único Javier Arcal, que tenía 3.006 de las 3.008 participaciones sociales.

Al mes siguiente, el 17 de septiembre de 2012, este acusado vendió todas sus participaciones a Laburu Europea S. L., representada por Germán Pascual Lacasta, y ese mismo día Servicios Hosteleros Jaca S.L. (propiedad ya de Laburu) adquirió el hotel Mur. El precio de venta fue de 2.013.400 euros, si bien la compradora abonaba casi todo (2.004.100 euros) mediante la subrogación en el préstamo hipotecario de 1.953.289 euros de CAI a Carya Treinta.


El mismo 17 de septiembre de 2012, mediante escritura, se elevaron a públicos los acuerdos de la junta de socios de Servicios Hosteleros Jaca S. A. en los que se limitaban de forma expresa las facultades del administrador único Javier Arcal para cualquier disposición de los activos de la citada mercantil. En esos acuerdos, dice el fallo judicial, Javier Arcal no dijo que existiera deuda alguna. Sin embargo, junto con su hermano Juan Carlos, elaboraron un contrato denominado de intermediación en el que supuestamente Servicios Hoteleros Jaca le debía 135.000 euros más IVA a Inmuebles Arcal S. L. por haber mediado en la compra-venta del hotel.Domicilio engañoso

En ese contrato, Javier Arcal actuaba como representante de Servicios Hosteleros Jaca, cuando ya no podía hacerlo. Posteriormente, su hermano elaboró una factura por 162.400 euros (IVA incluido) por sus supuestos servicios. Con los dos documentos, Juan Carlos Arcal demandó a Servicios Hosteleros reclamando esa cantidad, pero su hermano "tuvo especial cuidado"–dice el fallo– en poner la dirección de su domicilio particular como si fuera el de la demandada. De esta forma, evitó que a esta le llegaran las notificaciones y pudiera contestar y defenderse, con lo que finalmente fue condenada a pagar la cantidad reclamada. Ahora, la Audiencia los condena y anula los contratos y el procedimiento judicial, tal como pedía el abogado de la acusación Gerardo Benítez.

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