La Policía Nacional ha detenido en lo que va de año a 90 personas por su presunta implicación en robos de pisos en Zaragoza, como consecuencia de la desarticulación de ocho bandas organizadas procedentes, en su mayoría, de Europa del Este. La actividad de este tipo de grupos -y de los delincuentes habituales 'autóctonos'- ha incrementado las denuncias en las comisarías de la capital aragonesa un 17,5%, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, que cifra en 592 las viviendas desvalijadas hasta el mes de septiembre.

El Grupo de Robos de la Policía, encargado de estas investigaciones, trabaja para que Zaragoza no se convierta en un polo de atracción de delincuentes especializados en la entrada a domicilios porque, de hecho, muchos de los grupos que operan en la ciudad están afincados en otras urbes españolas, lo que dificulta su detección.

Aún así, la presión policial está dando sus frutos y cada semana se efectúa alguna detención. La última conocida tuvo lugar el pasado miércoles, cuando agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) interceptaron a dos jóvenes croatas, de 20 y 23 años de edad, cuando intentaban acceder a una vivienda de la calle José Pellicer de la capital aragonesa.

Los detenidos portaban documentación falsa de nacionalidad italiana, y la investigación pudo acreditar que minutos antes habían desvalijado dos pisos en las calles Princesa y León XIII, de los que sustrajeron joyas, dinero y efectos de valor.

En este caso los dos ladrones se enfrentaron con violencia a los agentes, algo poco habitual en este tipo de bandas. Sin embargo, fuentes policiales señalan que el hecho de compartir actividad, nacionalidad y modus operandi no quiere decir que estén conectadas ni que siempre actúen igual.

De hecho, los grupos croatas que operan en la capital aragonesa se han caracterizado tradicionalmente por otro tipo de robos, protagonizados en la mayoría de casos por mujeres que en rápidas acciones se dirigen directamente al dormitorio principal en busca de joyas y dinero. Es el caso del grupo desarticulado hace apenas diez días por la Policía Nacional, que se saldó con la detención de dos mujeres que actuaban en la zona centro de la ciudad. Fueron interceptadas en la calle Zumalacárregui cuando se disponían a forzar la cerradura.

El otro gran campo de batalla de los agentes son los grupos georgianos. Este verano se evitó una oleada mayor de robos gracias a la temprana detección de uno de sus métodos más eficaces. En concreto, los delincuentes colocaban un pequeño plástico transparente en el margen de la puerta para comprobar, días después, si seguía intacto. En ese caso, los ladrones accedían con la tranquilidad de saber que la vivienda se encontraba deshabitada.

Por todo ello, desde la Policía recomiendan que siempre que se abandone el domicilio, aunque sea por un periodo corto de tiempo, se cierre la puerta con llave, no solo con el resbalón. Además, se debe prestar atención a posibles marcas o adhesivos en los márgenes de la puerta, y mantener los marcos, en especial los de madera, en buen estado de conservación.

Más robos y menos drogas

Por otro lado, y al margen de la sustracciones en viviendas, son los robos con violencia e intimidación los que más crecen en Zaragoza. Tal y como refleja la estadística de Interior, durante los tres primeros trimestres de este 2016 se han denunciado 576 asaltos producidos en las calles de la ciudad, un 27,7% más que en el mismo periodo del año pasado.

A este incremento han contribuido las bandas de menores que desde hace meses actúan durante las madrugadas de los fines de semana en el Casco Histórico, aunque los dispositivos especiales de vigilancia han mitigado en parte el número de atracos.

En cuanto al resto de delitos, el robo de coches crece un 14%, aunque en los últimos años se ha reducido drásticamente la estadística. Hasta septiembre se habían sustraído 137 vehículos en la ciudad. El tráfico de drogas ha descendido un 23,8% (93 delitos), mientras que los homicidios y asesinatos se han duplicado, pasando de 3 a 6.