El edificio municipal de Rosales del Canal, uno de los escasos recursos públicos del joven barrio, sigue quemando etapas toda vez que el Ayuntamiento asumiera su titularidad en febrero de 2015 después de que este estuviera en manos de una asociación privada, Remar, que contaba con una fuerte oposición de los vecinos. Estos terminaron por salirse con la suya, aunque todavía deberán esperar para poder disfrutar de la instalación.

La construcción precisa, entre otras mejoras, de una impermeabilización de más de 800 metros cuadrados de techos, una actuación fundamental que no se realizó en su momento y que a día de hoy sigue pendiente. El área de Urbanismo sacó a concurso el mes pasado la obra por un valor total de casi 60.000 euros después de impuestos.

La intervención tiene el objetivo de preservar el edificio de la lluvia, lo que requiere no solo aislar las zonas expuestas a las inclemencias climatológicas sino también organizar el sistema completo de evacuación de aguas pluviales.

La zona más extensa que se impermeabilizará será una parte de techo de la primera planta que, además, es susceptible de ser acondicionada a medio plazo. Ocupa un total de 791 metros cuadrados. El aislamiento y su pavimentación se efectuará en una fase posterior. El piso inferior precisa del mismo trabajo, aunque la superficie a tratar es más pequeña, apenas 45 metros cuadrados. En este sí se acometerá el aislamiento y pavimentado.

Del mismo modo se colocará el sistema de sumideros en cubierta, las bajantes verticales interiores y exteriores al edificio, el recorrido horizontal bajo el techo del sótano y la acometida de agua a la red. Asimismo, la empresa concesionaria tendrá que terminar el forjado del hueco del ascensor en previsión de su instalación en la próxima fase.

El tiempo máximo previsto para acometer todos los trabajos es de tres meses desde la recepción formal de la misma.Los vecinos, a la espera

El primer borrador presentado al Ayuntamiento por los barrios del sur dentro del proceso participativo para definir los futuros usos del edificio de Rosales del Canal incluía entre sus propuestas la instalación de una escuela infantil, una casa de la juventud, un centro de tiempo libre, una biblioteca, espacios destinados a la formación y a la reunión, así como áreas para realizar actividades culturales o artísticas.

“Cuando se empezó con este proceso, nos dimos cuenta de que no solo se trataba de este espacio físico, pues hay muchas actividades culturales y programas deportivos o de juventud que no llegan a los barrios del sur porque no hay un lugar para ellos porque aquí no tenemos ningún equipamiento”, explican desde la Plataforma Distrito Sur.