Halloween: la terrorífica diversión que se contagia

Los payasos diabólicos se han hecho un hueco entre los adolescentes zaragozanos. En los colegios, los niños se mueren de risa con las momias y los pasajes del terror.

Los alumnos del CEIP La Estrella, en un momento de su 'búsqueda de ojos'
Los alumnos del CEIP La Estrella, en un momento de su 'búsqueda de ojos'
Raquel Labodía

"Truco o trato". La frase que abre las puertas a la imaginación y un buen puñado de chucherías resonó ayer en muchas aulas de Zaragoza. Decenas de colegios se adelantaron a la noche del 31 de octubre para celebrar Halloween, la fiesta anglosajona más terrorífica que cada año gana seguidores a este lado del charco.


En el colegio La Estrella del barrio de La Jota, los esqueletos, las calabazas y los vampiros tomaron las aulas. La tarde prometía sustos y diversión, y no faltó la intriga de los juegos como la búsqueda de ojos en el jardín o el ritmo de los bailes.

 


Diego, Adrián, Jorge, Lucas y Hugo se arremolinaban a la espera de la entrega de caramelos. "Nos gusta Halloween porque nos dan ‘chuches’ y nos podemos disfrazar en el cole", decían, mientras blandían amenazantes sus cuchillos de cartón y sus máscaras. "Hemos pintado calaveras mexicanas, Frankensteins y calabazas, pero lo que más me gusta es cuando vamos por la calle y nos dan sustos", decía una fantasma de 2º de primaria, Lucía.


Ninguno de ellos sabía todavía lo que les esperaba al otro lado de la puerta: el ‘Pasaje del Terror’, un túnel angosto y oscuro que surgió de la nada en uno de los pasillos del colegio en apenas una hora. Las criaturas que aguardaban en su interior no dejaron indiferente a nadie: brujas, esqueletos, diablos, niños diabólicos. Las luces y la música hicieron el resto. Solo los más valientes lograron atravesarlo y llevarse el premio final: un buen puñado de caramelos.El miedo se contagia

Halloween es una fiesta que desde hace unas dos décadas disfrutan en España, sobre todo, los niños y adolescentes. Pero el paso del tiempo y las ganas de divertirse de los mayores les han acercado a la celebración. Cada vez más, el público adulto se apunta a decorar las casas, los escaparates y a disfrazarse para la ocasión.

 

Este año,Zaragoza no ha podido resistirse a la moda de los payasos diabólicos. "Sin duda es lo que más hemos vendido", explica María Teresa Ortiz, de Disfraces Teresa. En la nueva tienda de Antifaz, en la calle Mayor, su gerente, Susana Moros, reconoce el ‘boom’ de este año y le pone cifra: "De las caretas que se han vendido, el 60% son de payasos. Pero no hay que olvidar que mucha gente también se maquilla, y nos han preguntado mucho por este disfraz".


Principalmente es el público masculino el que se lanza a dar algún susto con esta tradicional figura infantil. Las chicas, según las principales tiendas especializadas, prefieren ser Harley Quinn, la novia del Jocker, "seguramente a raíz de la película ‘Escuadrón Suicida’", indica Ortiz. "Desde hace dos años, las calaveras mexicanas, las catrinas, son muy populares entre ellas", añade Moros. Y ambas especialistas coinciden en que cada año se suman nuevos adeptos a esta fiesta del terror. "Los papás y las mamás se disfrazan también, aunque solo sea con un detalle, pero tienen que ir de acuerdo a la fiesta cuando van a pedir caramelos con los pequeños", comenta Yolanda Lampea, dependienta enImaginarium.


Y aunque las nuevas tendencias siempre terminan convenciendo a la mayoría, hay clásicos que nunca se pierden esta noche encantada: las brujas, los esqueletos, los fantasmas, los zombies y la sangre siguen poniendo la salsa a la fiesta. Pero el terror no ha hecho más que llegar: este fin de semana y el lunes los disfraces tomarán las calles y los niños preguntarán incansablemente, portal tras portal, si hay "truco o trato".

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