Ferrán Adriá se suma a la causa del Refugio

El cocinero Ferrán Adriá realizó ayer una visita relámpago a Zaragoza. Llegó a primera hora, ofreció una conferencia en Caixaforum, comió en el restaurante River Hall del complejo Aura y a media tarde abandonó la ciudad hacia otro destino donde dar a conocer las ideas que está cocinando en la Fundación El Bulli.

La elección de River Hall no fue casual. Adriá tenía ofertas de unos cuantos hosteleros de Zaragoza para sentarse a su mesa, pero finalmente se decidió por este restaurante por un motivo solidario. Los hermanos Iván e Igor Acedo habían decidido que parte de la recaudación de la jornada de ayer se dedicase a los proyectos de la Hermandad del Refugio. Y qué mejor padrino que el responsable de la Fundación El Bulli para hacer la entrega.

Ferrán Adriá se mostró encantado de colaborar con la iniciativa. “La gente de la restauración es muy solidaria, siempre que se le pide algo responde y representa un buen ejemplo para la sociedad”. “Detalles como el de este restaurante –prosiguió–, probablemente no van a cambiar demasiado las cosas, pero muchos ejemplos así terminan sumando”.

En la foto con el cheque de mil euros también se puso el director territorial de CaixaBank en Aragón y La Rioja, Raúl Marqueta. Él ya ha colaborado en las jornadas ´Cocinando con amigos` a favor del Refugio y ayer se sentó a la mesa con Ferrán Adriá y su equipo. Sobre la idea de volver a meterse en los fogones, comentó que “si es por un fin solidario hago lo que sea mientras haya un cocinero a mi lado que me diga qué tengo que hacer”.

Antes de sentarse a comer, Iván Acedo le enseñó al afamado chef las instalaciones. Salieron a la zona exterior, donde Adriá disfrutó de la terraza-huerto en la que se cultivan hierbas aromáticas y hortalizas. También se pasó por la cocina, saludó a sus compañeros de profesión y se enteró del menú que le habían preparado: trucha del Grado, arroz cremoso con borraja, bacalao con salsa de chilindrón y carrillera de vaca Bruna de los Pirineos. Eso sí, en pequeñas dosis porque el invitado no tenía mucha hambre.