Los payasos diabólicos aterrizan en Zaragoza

Hace unas semanas las autoridades en todo el mundo daban la voz de alarma tras la aparición de una serie de payasos diabólicos improvisados en todo el mundo, cuyo objetivo parecía ser el de dar un buen susto a quien se cruzase por la calle con ellos. Estados Unidos, Rusia, Suecia, Reino Unido y, por supuesto, España, contaban con algunos imitadores de esta broma que no tardó en hacerse eco en las redes sociales, su principal fuente de difusión.

La madrugada del pasado 20 de octubre en la página de Facebook de ‘Informer: Universidad de Zaragoza’ anunciaban que en la capital aragonesa habían dejado verse dos de estos imitadores: “Hace cosa de dos horas iba con dos colegas por Fernando el Católico y hemos visto a dos chicos payasos diabólicos intentando sembrar miedo en Zaragoza”. Tan solo unas horas después–como sus homónimos en Lérida y Barcelona-, aparecía el perfil de ‘Zaragoza clown’ en la red Instagram y una fotografía en la plaza del Pilar.

Aunque en la capital aragonesa no ha tenido tanto éxito, las tiendas de disfraces aseguran que han notado un incremento en la venta de este tipo de disfraces debido a la repentina moda. Desde Disfraces Antifaz aseguran que se trata de una temática en auge desde hace tres o cuatro años y que parece ir en aumento. “Tenemos bastantes modelos de careta de payaso de Halloween, en torno a 14, que estamos vendiendo muy bien tanto aquí como a toda España vía web”, explica Roberto Moros, dueño del comercio. “Es un tema que está funcionando muy bien este año y que tiene tirón”, asegura.

“Los días previos han preguntado mucho por esta temática, sobre todo por las caretas”, explica Pilar Bolea, gerente de Bacanal. Desde el establecimiento, que cuenta con 38 años de experiencia en la venta de disfraces, aseguran que se trata de una moda muy reciente que podría tener como fuente de inspiración el cine, personajes como Pennywise, de la miniserie de 1990 ‘IT’, de Stephen King que pronto estrenará su ‘remake’ en la gran pantalla.

“Algo parecido ocurrió con la temática de los zombis hace un par de años, son disfraces muy sencillos porque pueden comprar uno normal y transformarlo en terrorífico manchándolo un poco. Enfermera zombi, monja zombi. El de payaso puede ser un disfraz normal y añadir complementos”, explica Bolea.

Estos disfraces, con careta incluida, rondan entre los 18 y 22 euros –dependiendo si se trata de disfraz infantil o adulto-. Los precios de las máscaras oscilan entre los 4 euros las de licra, y los 60 euros las más trabajadas, generalmente de látex y pintadas a mano. Una peluca de payaso puede rondar los 3 euros, “y los complementos, a gusto del consumidor”, añade Pastor.

El doble que en 2015

Aunque esperan que todavía se vendan unas cuantas unidades, debido a que mucha gente “espera hasta el último día”, afirman que durante esta semana han tenido que colgar el cartel de ‘Agotado’ en varias ocasiones. “Este año hemos vendido en torno a un centenar de disfraces de este tipo, tanto para adultos como para niños, sobre todo vía internet”, asegura Adriana pastor, encargada de la parte on line de Bacanal.

En comparación con la campaña de 2015, han notado un incremento del doble en la venta de estos disfraces. “Se ha vendido más por internet que en la tienda física, pero sin duda va a ser uno de los temas de moda este Halloween junto al de monja”, añade Pastor.

Sin embargo, a pesar de que cada año las modas arrasen para estas celebraciones, desde Bacanal aseguran que “Los clásicos nunca fallan”, y siguen estando entre los más vendidos las brujas y los vampiros.