Críticas en Vadorrey al "abandono" y la "peligrosidad" de la vía de ribera

Los vecinos exigen al Ayuntamiento su reparación, pero no reciben respuesta.

Los juncos se han convertido en "una barrera de suciedad e inseguridad" para los vecinos.
Los juncos se han convertido en "una barrera de suciedad e inseguridad" para los vecinos.
G. Mestre

"Es un peligro convivencial para el barrio y para la propia ciudad". Los vecinos de Vadorrey critican el "abandono" al que se ha visto sometida la vía de ribera "en los dos últimos años". Pablo Polo, secretario del colectivo vecinal, admite que "toda la degradación no es achacable a la actual corporación", aunque la "dejación de funciones es total" actualmente. A su parecer, Zaragoza entera "ha perdido una inversión realizada en 2008".

 


La agrupación exige el cuidado de esta zona, que comprende desde el "camino bajo" hasta la "lámina de agua". Circular en bici es ahora "un quebranto" por el crecimiento espontáneo de "álamos y olmos".


"Reclamamos nuestra zona, pero como conocedores del río sabemos que está todo en las mismas condiciones", aseveró. La vegetación, insistió, está ocupando "todo lo recuperado". Quienes la transitan encuentran una zona "perfectamente cuidada"y otra "abandonada"en la que la gente evita adentrarse "a según qué horas".


Esta semana se procedió a despejar el camino que habitualmente utilizan los vecinos para pasear con sus mascotas. "La senda, el mejor espacio, ha quedado reducida a eso", lamentó. Polo dice sentirse ofendido porque "ni siquiera han retirado los restos de hierba cortada". La fuerza de la naturaleza ha agravado la situación. "Solo un año basta para arruinar una superficie, sobre todo con un nivel freático tan próximo al agua como este", señaló.


La vía de ribera necesita "un cuidado exquisito", pero "no es cara de mantener"al no precisar riego. Polo achaca esta dejadez a una decisión "política". "Se quiere ignorar todo lo que se hizo en la Expo de 2008. Las personas que están en la corporación municipal, muchas procedentes de los movimientos vecinales, se opusieron en su momento a la construcción de escolleras. No se puede hacer daño a toda una ciudad por unos conceptos trasnochados y falsos", subrayó.


En su día se decía que la competencia "era de la Confederación Hidrográfica del Ebro", pero "ha quedado definitivamente claro que es competencia del Ayuntamiento". "A partir de 2008, todo lo que no se haga aquí es por decisión municipal. Si existen daños es su responsabilidad, los vecinos lo tenemos totalmente claro", zanjó. El problema es que el Consistorio "no dice nada". "No somos absolutamente nada para esta corporación. Todas las veces que hemos solicitado una entrevista política nos ha sido denegada. Las solicitudes que realizamos en la junta de distrito se pierden misteriosamente o se archivan. Llevamos así años, nos consta que los portavoces transmiten nuestras quejas y son tan desatendidos como nosotros", manifestó. La agrupación llegó a presentar "informes extensísimos"y fotografías al respecto, pero dado "el poco caso que hacen", ahora denuncian la situación "verbalmente". "Estamos empezando a desistir de tener contactos con quien no escucha. Se prefiere dialogar con Vadorrey urbanización que con Vadorrey asociación", admitió.


El Ayuntamiento "está a tiempo"de actuar, pero "si no se interviene inmediatamente costará muchísimo dinero recuperar la zona". "Teníamos una orilla que facilitaba la vivencia continua con el río y ahora se ha generado una barrera de juncos, vegetación, suciedad, inmundicia

e inseguridad", sentenció Polo.


La vegetación "retiene basura". En caso de crecida habría "menos velocidad de desagüe". Podrían producirse mayores afecciones "a bajos, ascensores y garajes con independencia de los freáticos".

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