Dos F-18 de Zaragoza interceptaron a los bombarderos rusos frente a la costa vasca

Los cazas de la Base fueron alertados por la OTAN para evitar que los Tupolev violaran el espacio aéreo español. Todavía se ignora cuál era su objetivo concreto.

Recorrido de los bombarderos rusos frente a las costas europeas
Recorrido de los bombarderos rusos frente a las costas europeas
Heraldo

Dos cazas F-18 del Ala 15 de Zaragoza tuvieron que alzar el vuelo el pasado 22 de septiembre para interceptar a los dos bombarderos rusos que decidieron aproximarse demasiado y sin previo aviso a las costas españolas.


Los aviones rusos, dos Tupolev 160 Blackjack, no habían informado de su plan de vuelo. Al tratarse de un tipo de aparato capaz de transportar 25 misiles de largo alcance a velocidad supersónica, el Ejército del Aire español, alertado por las autoridades francesas, envió dos cazas de la Base Aérea de Zaragoza para interceptarlos frente a las costas de Vizcaya y evitar que sobrevolasen el espacio aéreo español.


El Ala 15 de Zaragoza está activada con aviones de alerta temprana, lo que significa, según han concretado desde el Ejército del Aire, que siempre está alerta para responder "a cualquier hora". Su rápido despliegue aquel día impidió la violación del espacio aéreo soberano y posibles incidencias o interrupciones del tráfico aéreo comercial.



Diez cazas activados

Pero el periplo de los bombarderos rusos no se limitó a las costas españolas, ya que durante toda la mañana mantuvieron en vilo a las autoridades de varios países europeos. Noruega fue la primera en detectar su presencia cerca de sus costas a las 9.13. Su fuerza aérea envió dos cazas F-16 para interceptarlos y escoltarlos mientras los bombarderos continuaban su ruta hacia el norte de Escocia. Allí, dos Typhoon británicos relevaron a los cazas noruegos para salvaguardar su espacio aéreo.


Tras rodear Irlanda por el oeste, los Tupolev siguieron su ruta europea en dirección a la Bretaña francesa y dos Rafale galos alzaron el vuelo a las 13.57 para escoltarlos hasta la costa de Mont-de Marsan, donde les sustituyeron otros dos Rafale locales. Cuando los aparatos rusos giraron hacia el oeste para continuar con su periplo frente a las costas españolas, se les unieron los cazas de Zaragoza.


Los F-18 tomaron frente a Vizcaya el relevo de los aparatos franceses pasadas las 14.30 de la tarde y siguieron de cerca los movimientos de los bombarderos hasta que, a la altura de Bilbao, pusieron rumbo al norte y emprendieron el camino de vuelta hacia Irlanda.


Fuentes del Ejército del Aire español han confirmado que a día de hoy nadie se ha puesto en contacto con las autoridades europeas para informar de las intenciones de los aviones rusos aquel día. Las mismas fuentes han insistido en que este tipo de situaciones no son habituales en Europa, aunque han matizado que últimamente ocurren "con relativa frecuencia" en los países bálticos. "La OTAN lleva tiempo intentando controlar los sobrevuelos de aviones militares rusos sobre países como Estonia, Lituania o Letonia y el caso del otro día es el mismo: evitar que un avión no autorizado sobrevuele un espacio aéreo de una nación soberana».


Los bombarderos rusos volaron en todo momento sobre aguas internacionales y no llegaron a violar el espacio aéreo español. Además de evitar este supuesto, los F-18 que partieron desde la unidad zaragozana tenían como misión evitar que los aviones rusos atravesasen ningún pasillo aéreo. Días después, el Gobierno de Islandia sí denunció que los Tupolev crearon una situación de riesgo al sobrevolar un avión comercial con destino a Estocolmo. Los movimientos de las fuerzas de los distintos países europeos aquel día fueron coordinados en todo momento por la OTAN.

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