El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha señalado que la convivencia social en el barrio Oliver es un reto de los años 80 y ha elogiado el "buen trabajo que se acomete, de forma exquisita, por colectivos y profesionales" para apostillar que, "posiblemente, no se conoce lo bueno que hay".

Santisteve se ha reunido este lunes con distintos colectivos de este barrio de Zaragoza para que les transmitan sus inquietudes y necesidades. "He venido a escuchar y a tomar nota de todos los problemas", ha sintetizado.

En declaraciones a los medios de comunicación ha expuesto que los problemas de convivencia y las medidas a aplicar "no son diferentes a las implementadas hace 30 años para mejorar los servicios públicos, la relación y la convivencia entre todas la plataformas sociales y trabajar con colectivos que aportan una visión profesional para la integración".

Al respecto ha sido tajante al indicar que "hay que dejar cuestiones que provocan alarma social y no darles tanto bombo cuando hay que poner de relieve el trabajo que se pone en marcha por numerosos colectivos".Realista

Para Santisteve, los conflictos en el barrio Oliver "como en el centro de la ciudad no se erradican, se vive con ellos y se intenta  solucionar de la mejor forma posible" para enfatizar que "ojalá tuviera un solución mágica y maravillosa y no hubiera que hablar de ellos, pero hay que ser realista".

Por ello, en la reunión que ha mantenido en el Centro Cívico y en la que también ha participado la vicealcaldesa, Luisa Broto, y la consejera municipal de Participación, Transparencia y Gobierno Abierto, Elena Giner, "se ha expuesto cómo trabaja cada colectivo en su ámbito, ya sean colegios como centros de personas mayores o entidades sociales que aportan su granito de arena y eso es lo que hay que potenciar".

Su impresión es que "la gente se toma muy en serio la convivencia" en este barrio y ha considerado que la "radical desigualdad de los últimos 20 años tiene mucho que ver con las políticas de la Unión Europea y del Gobierno central, además de las de anteriores gobiernos en el Ayuntamiento de Zaragoza que intentamos corregir para que verdaderamente llegue la inversión".

En este punto ha reconocido que le gustaría que los presupuestos participativos "tuvieran más de 5 millones de dotación para los barrios" que será la cuantía que podrán decidir los ciudadanos para acometer en cada parte de la ciudad el próximo año y por primera vez."Roces"

El director del colegio Fernando el Católico, Lucio Calleja, ha contado que uno de los problemas se derivan del "alto porcentaje de alumnado de etnia gitana, que llega al 70%, con el 30% de inmigrantes", lo que provoca "roces entre los alumnos de etnia e inmigrantes".

En declaraciones a los medios de comunicación, Lucio Calleja ha reconocido que "se ha producido algún brote de racismo, que aunque no son muchos puede alterar la convivencia".

Asimismo, ha resaltado que el claustro de profesores "está muy implicado en la innovación y la mejora de la convivencia" en el centro educativo y también en la red social del barrio mediante la presencia activa en procesos de participación."No es la Arcadia feliz"

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos, Manuel Clavero, ha precisado que este barrio "necesita un trabajo global y coordinado" al lamentar que el Plan Integral del Barrio Oliver (PIBO) "no ha dado lo resultados que esperábamos y para trabajar más en la convivencia hay que evitar que lleguen a más los roces".

A su parecer, el PIBO "no se conoce y solo ha servido para hacer la ronda en la calle Ibón de Plan y que los constructores hagan el nuevo Oliver" y ha afeado a anteriores corporaciones que "aquí solo se ha subido de vez en cuando para dar una vuelta y por eso es muy positiva la visita de hoy del alcalde".

También se ha decantado por fomentar medidas que favorezcan el empleo para observar que son aspectos que "darán resultados a medio y largo plazo y por eso cuando se de un paso adelante puede ser que se den tras pasos hacia detrás, pero no por eso vamos a dejar de trabajar".

Clavero ha enfatizado que Oliver "no ha sido nunca la arcadia feliz, es un barrio de frontera, y la población se pira en cuanto mejora su situación económica y por las leyes de la física el espacio que deja uno lo tiende a ocupar otro".

El presidente de la asociación vecinal ha recalcado que "siempre ha habido problemas" y se ha remontado a los años 90 cuando se produjeron importantes movilizaciones en contra de la droga y los brotes de conflicto "son producto de una política global que sacrifica a los que menos recursos tienen".

Manuel Clavero ha criticado que "nunca se ha hecho nada global" y ha apremiado a trabajar "más en común con la gente" del barrio. También ha lamentado que "no se saca en los medios de comunicación el programa de integración del colegio Fernando el Católico, o que el programa Consolida del barrio Oliver fue el primer premio Ebrópolis", entre otros ejemplos.

Enfático ha dicho que "solo interesan los problemas" para abundar en que es en la educación donde hay que trabajar porque "no todo es in tirón de bolso o una señora que se ha caído, sino muchas cosas más como el próximo abrazo al corredor verde o la castañada que se organiza en el parque Oliver" para conminar a los medios de comunicación a que "se difundan aspectos positivos del barrio".