A pesar de la vuelta al cole, los niños todavía aprovechan los últimos coletazos de buen tiempo para pasar las tardes jugando en los parques. En el barrio Oliver, concretamente en la avenida Manuel Rodríguez Ayuso a la altura del número 60 -en la antigua carretera de Madrid- la zona de juego infantil, más que suponer un entretenimiento, supone un peligro. El sistema de riego ha conseguido colarse entre la tierra del parque, suponiendo un peligro para los menores que disfrutan de la zona.

Algunos tubos sobresalen, otros cruzan el parque. El peligro es inminente con los niños correteando y subiendo y bajando por el tobogán de este espacio. Los vecinos de la zona, hartos de no ver una solución ante el mal estado, decidieron ponerse manos a la obra.

Para ello, contactaron con la Asociación Zaragoza Ciudadana, desde la que han llevado a cabo una denuncia formal ante el Ayuntamiento de Zaragoza. “Se trata de los conductos de riego que se han levantado. Pero ni si quiera el parque tendría que ser de tierra, que es por donde se cuelan, el suelo tiene que ser de caucho”, asegura Orlando Suárez, fundador de la Asociación junto con su compañera Pilar Arana.

“El parque es de grava e incluso hemos tenido plagas de hormigas”, explica el vecino de la zona Fernando Cavero, quién se puso en contacto con Zaragoza Ciudadana para tomar medidas. “El estado del parque lleva así meses. Realicé un escrito formal al Ayuntamiento y a las dos semanas cubrieron los tubos, pero vuelven a aparecer. Un parque infantil no puede tener este aspecto de abandono”, asevera.

“Es un peligro para los niños”, explica Pilar Martínez, una madre que vive en uno de los edificios cercanos al parque. Y es que los conductos de riego cada vez se dejan asomar más sobre la tierra que los enterraba. “La arena se va moviendo y con una simple patada aparecen los tubos”, asegura Orlando.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que están al tanto de la situación y que una vez al mes el servicio de FCC se pasa por la zona para dejar todo a punto. Asimismo, son conscientes de que la presencia de los niños jugando con la arena hace que los tubos vuelvan a aparecer. 

Sin embargo, este no es el último caso de parque infantil que muestra un estado de deterioro. Desde la Asociación han denunciado también el estado de las zonas infantiles de la calle Eduardo Ibarra, la avenida Cataluña y paseo de Echegaray. “Los vecinos nos trasladan la denuncia, nosotros lo comprobamos y la realizamos formalmente.”, explica Orlando. Desde Zaragoza Ciudadana esperan que se tomen las medidas pertinentes para que los parques no supongan un peligro para los más pequeños.

Suelos resquebrajados e incluso socavones. Mobiliarios deteriorados y algún que otro tornillo a punto de caerse. Ese es el estado que arroja cualquiera de estos tres parques.