Vuelta a clase en el instituto con grúa y andamios

La ampliación del IES Azucarera se ha retrasado. Los alumnos convivirán con las obras durante más de un mes.

Obras este lunes en el instituto de La Azucarera.
Obras este lunes en el instituto de La Azucarera.
Obras este lunes en el instituto de La Azucarera.

Los alumnos del IES Azucarera (uno de los más masificados de Zaragoza) vuelven a clase esta semana y se han encontrado con un edificio a medio construir en el patio. Durante más de un mes van a convivir con andamios, una grúa, camiones, ruidos y polvo.


En la presentación del nuevo curso escolar, el secretario general técnico de Educación, Felipe Faci, afirmó que todos los nuevos centros estarían terminados para el inicio de las clases. Se le olvidó contar que la ampliación del instituto de La Azucarera iba con retraso, o que en el colegio Cuarte 3 no tenían aún el comedor.


El IES Azucarera llevaba varios años esperando la prometida ampliación del centro para solucionar sus problemas de masificación. El instituto se proyectó para unos 520 alumnos y enseguida se quedó pequeño. Este año empiezan casi 900 chavales de ESO y Bachillerato. El curso pasado se instaló un aula prefabricada y se ocuparon distintos espacios del centro como solución provisional.


Las obras de ampliación estaban previstas para este verano, con la construcción de un edificio de dos plantas con ocho aulas, anexo a otro bloque construido hace dos años. El proyecto tiene un presupuesto de 375.000 euros. Estaba previsto que los trabajos comenzaran en junio y estuvieran terminados a principios de septiembre.


Sin embargo, las obras empezaron en agosto por un problema durante la tramitación. La fecha límite para terminar es el 4 de noviembre, pero la DGA espera que estén acabadas después de las fiestas del Pilar. Mientras, los alumnos van a ser recolocados por el centro en los pocos espacios libres que quedan.


"Ubicaremos a los alumnos en el aula prefabricada y en otros espacios del centro. Alguna clase de desdoble no se podrá dar durante este tiempo. Vamos a tener que convivir con las obras. La seguridad está garantizada, pero es un trastorno para el centro", reconocen desde el equipo directivo. La zona de obras está vallada y los camiones entran por una puerta lateral distinta al acceso de profesores y alumnos.


Los más afectados durante este tiempo de provisionalidad serán los alumnos de Bachillerato (unos 250 en total). Los de 1º serán los que ocuparán las aulas nuevas. Y los de 2º son los que ya están en el edificio nuevo y van a vivir más de cerca los ruidos y molestias de las obras.


Los padres, en general, no están preocupados por el retraso de las obras. "Lo veo como un mal menor. Esta ampliación hacía mucha falta para aliviar la masificación del centro de los últimos cursos. En vez de en barracones, los chavales estudiarán en aulas. Y volveremos a recuperar espacios para el centro que estaban ocupados", afirma Mª Ángeles Salinas, madre de una alumna de 1º de Bachillerato y representante en el Consejo Escolar.

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