Zaragoza se tiñe de colores con la Holi Run

Rojo, azul, verde, rosa, naranja, amarillo y morado. Zaragoza se ha teñido de estos siete colores por unas horas debido a la celebración de la Holi Run. En la segunda edición de esta festiva carrera, ha congregado a unas 7.000 personas, según la información facilitada por la organización. "Estamos muy contentos por la gran acogida que hemos tenido, ya que este año lo hemos anunciado con muy pocos días de adelanto, bastantes menos que el pasado año", ha sostenido Noemí Latorre, una de las organizadoras del evento. 

Desde una hora antes del inicio oficial de la cita, la música no ha dejado de sonar con el objetivo de animar a todos los corredores. De hecho, a partir de las 10.30, cuatro instructoras de zumba se han subido al escenario para que los centenares de personas que ya estaban allí congregadas empezaran a calentar. No obstante, a pesar de que se han recorrido 5 kilómetros en los alrededores de Puerto Venecia, esto no es lo más importante. 

"Aquí lo que más cuenta es divertirse, gana el que llega más pintado", ha asegurado Latorre. Una opinión que mantienen muchos de sus participantes. "Seguramente iremos andando, a nosotras lo que más nos gusta son los colores y el ambiente", ha reconocido entre risas Berta. Esta joven zaragozana de 14 años ha acudido junto a otras diez amigas. "Mi madre vio el anuncio de que realizaban esta carrera y me lo dijo para que me apuntara. Así que mandé un 'whatsapp' a todas mis amigas y aquí estamos", ha explicado. 

Como ellas, los grupos de jóvenes eran los más comunes en el recinto que habían preparado para antes y después de la carrera. No obstante, no era un perfil único. Padres con hijos adolescentes, con niños pequeños y hasta parejas con mascotas han participado en la carrera. "Vimos el evento por Facebook y nos pareció interesante. Además, como se podía venir con perro, nos apuntarnos", ha explicado Rubén, de 20 años. De este modo, ha acudido junto a María y su mascota Aslan. 

Juanjo y Roberto, dos padres separados, también se han unido a esta fiesta con sus hijos, de entre 7 y 10 años. "Hay un gran ambiente y es una bonita experiencia para disfrutar con los niños, que se lo pasan en grande cuando les tiran los polvos de colores", ha asegurado Juanjo. De hecho, su hija Andrea de 9 años ha recalcado que lo que más le gusta son los colorines, que además, "se pueden limpiar muy rápido". 

A pesar de que los polvos es lo que más llama la atención, algunos como Raúl y Cristian, de 24 años, también han apostado por correr los 5 kilómetros. "Nos apetecía correr y seguramente repitamos la experiencia", han puntualizado. Asimismo han lamentado no haberse comprado algún complemento para la carrera, ya que solo iban ataviados con la camiseta oficial. Y es que la gran mayoría de los presentes llevaban collares de colores, gafas de sol, pelucas, tutús y hasta alas de ángel o demonio. 

Por su parte, los más atrevidos han llegado a la fiesta del color vestidos de Mario Bros o de vaca. "La idea es que durante un día la gente deje los convencionalismos y la seriedad y que vengan a pasarselo bien, disfrutar, saltar, hacer la concreta... y, por supuesto, llenarse de colores", ha sostenido Latorre. 

La intención es que el evento se vuelva a repetir el próximo año y que se convierta en una nueva tradición de Zaragoza. "El venir a pintar una ciudad de colores y hacer que ese día sea mágico, haya alegría y felicidad... estas tradiciones son las que hay que mantener", ha recalcado Latorre. De hecho, la gran mayoría de los que este domingo han acudido a la cita, lo repetirían. "Ya vine el año pasado, me encantó la experiencia y seguro que volvería", sostiene Juanjo. 

Con tanto color, música y alegría, la carrera ha comenzado unos minutos más tarde de lo previsto (11.00). En concreto, alrededor de las 11.07 se ha producido el primer 'Holy Boom', que ha llenado de color el recinto, y menos de cinco minutos después, se ha dado el pistoletazo de salida a través de polvos de color azul. 

Durante todo el trazado, que unos han realizado andando y otros corriendo, han podido disfrutar de diferentes explosiones de color y del apoyo de sus padres, amigos y algún que otro curioso, que no han dejado de animar y fotografiar a los asistentes. 

Al finalizar el recorrido, los participantes han vuelto al recinto preparado para ellos, conocido como la zona de la experiencia Coca-Cola, donde han podido disfrutar de refrescos en un ambiente lúdico, actuaciones de dj's y distintos tipos de animación. La fiesta continuará a lo largo de toda la mañana.