Una vaquilla cornea a un menor de 15 años en las fiestas de Santa Isabel

Un adolescente de 15 años se recupera en el Hospital Clínico de la cornada recibida en la ingle el pasado sábado durante el último encierro de las fiestas del barrio de Santa Isabel. El menor, de origen marroquí, recibió un puntazo no sangrante, por lo que su estado no parecía grave. Sin embargo, al ser atendido por el equipo sanitario que cubría el festejo, se optó por su traslado a urgencias del Lozano Blesa, donde finalmente quedó ingresado en planta.

Según fuentes del Salud, tras ser reconocido en el quirófano, se confirmó que el chico había sufrido una pequeña cornada que aconsejaba su hospitalización. En cualquier caso, parece que su evolución es muy favorable y pronto podría abandonar el centro sanitario.

Por no haber cumplido los 16 años, tal como establece el reglamento de festejos taurinos populares de Aragón, el chaval tenía prohibido saltar al recorrido del encierro. Sin embargo, parece que se saltó las indicaciones que varias veces le hicieron los responsables de seguridad y acabó delante de los astados y sufriendo una cogida.

Según informó la Policía Local de Zaragoza, se da la circunstancia de que antes de que comenzara este último desencajonamiento de reses había una gran cantidad de menores en el recorrido del encierro, lo que obligó al director de lidia y a los agentes que le auxiliaban a dar varias vueltas para expulsarlos. Sin embargo, una vez iniciada la suelta del ganado, el ahora hospitalizado decidió saltar la valla.

La DGA verá el acta del festejo

Como establece el protocolo, los responsables del encierro de Santa Isabel tendrán que dar cuenta de lo acontecido en un acta que esta misma semana deberá ser remitida a la Dirección General de Interior de Gobierno aragonés. Esta a su vez la pondrá en manos de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional para que sus agentes comprueben si los organizadores del festejo contaban con todos los permisos y cumplieron los requisitos que establece la normativa.

En principio, parece que todo estaba en regla y que en las calles por donde corren las vacas había colgados carteles que advertían de la prohibición de participar en el encierro a los menores de 16 años. La ambulancia y el equipo sanitario también estaban contratados, y fue su marcha al Clínico para llevar al herido la que obligó a suspender el encierro tras la cornada. Fue precisamente el pasado 19 de agosto cuando entró en vigor la nueva regulación de festejos taurinos populares y en ella no se incluye ninguna reducción de la edad mínima de los participantes. Es decir, los menores de 16 años siguen sin poder saltar a torear a las plazas o correr delante de las vacas. Porque aunque se barajó la posibilidad de que los niños de 12 años pudieran sumarse a estos espectáculos en determinadas circunstancias –cuando las becerras tuvieran menos de un año y llevaran los cuernos embolados, entres otras–, la fuerte oposición a la medida ha hecho que la Dirección General de Interior del Gobierno aragonés se olvide, al menos de momento, de la idea.