El intento de traslado de un interno del Centro de Acogida y Observación (COA) de Menores de Zaragoza a otra provincia hizo necesaria la intervención de una dotación de la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Comunidad Autónoma de Aragón. Los agentes evitaron que el joven se expusiera a una situación de peligro, ya que trató de encaramarse a una tapia de unos seis metros de altura. El suceso tuvo lugar el pasado viernes en torno a las 16.00. El menor, explican fuentes policiales, "iba a ser trasladado a otra Comunidad donde estaba tutelado y empezó a ponerse muy nervioso e incluso amenazó con provocar un accidente si se le obligaba a subir al vehículo". El chico, añaden estas mismas fuentes, "acabó ingresado en la unidad de Psiquiatría de un centro hospitalario" al que llegó en una ambulancia del 061. Desde Educadores en Lucha, el colectivo que engloba a los trabajadores del centro, aseguran que "mientras esta situación tenía lugar, otros tres compañeros destrozaron mobiliario del piso donde conviven los niños más pequeños, de 6 a 14 años".

El incidente se enmarca en una serie de sucesos similares registrados en el mismo centro. El martes de la semana pasada, a última hora de la tarde, fue preciso un fuerte despliegue policial y del cuerpo de Bomberos después de que dos menores se subieran al mismo muro. Después de lograr que los dos jóvenes descendieran se inició una importante refriega. Otro chico ascendió al muro a primera hora del miércoles, aunque el lance se resolvió antes de que llegaran los agentes gracias a la mediación de los educadores. Asimismo, en los últimos meses, se han registrado agresiones a trabajadores.

El director del COA, Joaquín Muro, reconocía el miércoles pasado a HERALDO que la situación interna "es difícil" y que "este tipo de centros viven momentos valle y momentos álgidos y el COA atraviesa ahora mismo uno de estos últimos", pero que "esta intensidad no se va a mantener en el tiempo". La seguridad de las instalaciones se reforzó con dos trabajadores, según marca el protocolo.

En el seno de Educadores en Lucha se denuncia que "la entidad gestora del centro, Intress, no ha implantado ningún proyecto en el centro y está acabando con el equipo educativo, dejando fuera a educadores veteranos e incorporando otros nuevos, muchos de ellos sin experiencia y sin ninguna formación por parte de la empresa".

"Lo que ha pasado con este grupo de chicos -añaden desde el colectivo- es que ante semejante descontrol y desorganización, han sido ellos los que han tratado de imponer la dinámica del día a día. Y los representantes del IASS e Intress, al ver que comenzaban a salir en medios de comunicación situaciones de riesgo, decidieron separar al grupo enviando a menores a distintos destinos”.