En el año 1996, Nintendo lanzó un vídeojuego para una de sus consolas estandarte, la Gameboy. La aventura estaba protagonizada por unos extraños monstruos, a caballo entre animales y seres mitológicos, los Pokémon. Nada que no se hubiera hecho antes de alguna u otra manera... salvo que el juego se convirtió en una verdadera fiebre que se propagó por todo el mundo.

Después del videojuego llegó la serie, los productos promocionales de todo orden y condición, las reediciones del juego... Millones de beneficio y un hueco en la historia de los vídeojuegos. Lo que ya no se esperaba nadie es que, dos décadas después de aquel fenómeno, Nintendo lo volvería a hacer, volvería a ser capaz de multiplicar sus ventas y de que todo el mundo (independientemente de su edad) hablara del mundo Pokémon.

La clave ha sido Pokémon Go, una edición del juego para smartphones que se basa en la realidad aumentada. El usuario va caminando por la calle apuntando a la nada con su teléfono inteligente y en cualquier momento puede aparecérsele uno de estos bichos. Su misión será darle caza lanzándole una bola de nombre pokeball. ¿El objetivo? Capturar el máximo número posible de pokémon porque, como ya decía el eslógan mil y una veces oído desde finales de los 90, el fin del juego es hacerse con todos.

Pokémon Go se lanzó de forma oficial el 6 de julio en Australia y Nueva Zelanda y el 7 de julio, en Estados Unidos. El 13 llegó a Europa a través de Alemania y un día más tarde a Reino Unido. Este viernes, por fin, se estrenó en España. Pero este programa de lanzamientos escalonados pensado por Nintendo y su socia Niantic, quizás para poder gestionar las ansias de los aficionados, no ha sido impedimento para miles de usuarios que, con algo de picardía, pudieron descargarse hace días la aplicación y jugar sin problemas a través de internet y no de las plataformas de descarga de los sistemas operativos iOs y Android. Hay quien dice que esto no hubiera podido suceder sin el permiso tácito de los desarrolladores, pues ellos podían haber bloqueado las descargas por territorio. Algunos de los seguidores creen que, de alguna forma, se haya permitido la instalación previa en miles de dispositivos para probar el funcionamiento de los servidores y que estos no se saturaran el día del lanzamiento oficial.

Sea como fuere, lo cierto es que en España hay miles de entrenadores pokémon (como se denominan estos jugadores) activos desde el mismo 6 de julio, cuando el juego solo se había lanzado en nuestras antípodas. Aragón no ha escapado a esta fiebre, de ello dan buena cuenta las comunidades que se han creado en las redes sociales desde las capitales de provincia. En ellas se agrupan jugadores de todas las edades porque si habían pensado que esto era cosa de niños, se han equivocado. Por su puesto, hay muchos chavales menores de 18 años aficionados al juego, pero también se cuentan por cientos los que rozan o se sitúan ya en la treintena, aquellos que vivieron la primera fiebre Pokémon y este lanzamiento les ha transportado a aquellos años.

Como todo fenómeno, se entiende a la perfección cuando se escucha a sus protagonistas. Iñaki, de 29 años, es un fiel seguidor del mundo creado por Nintendo desde que se lanzó. Por eso, este vitoriano aficando en Zaragoza fue uno de los primeros usuarios que comenzó a jugar en la capital aragonesa, algo que le ha dado cierta fama entre los usuarios de Twitter. "Desde que empecé a jugar, he andado unos 80 kilómetros buscando pokémon", indica señalando uno de los aspectos más aplaudidos de Pokémon Go: para jugar hay que andar, nada de tirarse en el sofá durante horas. A la vez que se juega, se hace ejercicio.

Ojo con los más pequeños

Con respecto al juego, hay que tener en cuenta aspectos de seguridad en el caso de los más pequeños. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de que hay que tener en cuenta que una de las claves del juego es la geolocalización, por lo que se conoce en todo momento la posición del dispositivo, y con él la de su propietario.

Tampoco hay que perder de vista las facturas. La aplicación permite los micropagos y consume bastantes datos, algo que podría generar un coste sustancial al cabo del mes. También recomiendan limitar las horas de uso.

El segundo fenómeno está llamado a batir todos los récords del mundo gamer. Se han llegado a contabilizar 21 millones de usuarios activos en 24 horas y ha conseguido algo que parecía imposible: destronar al todopoderoso Candy Crush. No hay duda: este verano es un verano pokémon.