La velocidad que alcanzan numerosos vehículos en determinadas calles de La Jota ha provocado que sus vecinos reivindiquen, de nuevo y con más fuerza, la instalación de pasos de peatones elevados en dos lugares concretos del barrio zaragozano para reducir la rapidez de los conductores.

En la calle Balbino Orensaz se sitúa uno de los puntos más peligrosos, según el presidente de la Asociación de Vecinos La Jota, Juan Antonio Andrés. Allí está ubicado el colegio La Jota y, próximo a su entrada, se encuentra un paso de peatones que cruza la calle. No es una vía al uso, sino una calle pacificada, limitada a 30 kilómetros por hora, de doble dirección y con un solo carril en cada sentido.

“Tanto autobuses –las líneas 39 y 50 recorren esta zona- como coches, cuando hacen el giro para entrar a la calle, cogen mucha velocidad ya que no hay otro paso de cebra hasta el inicio de Manuel Viola. Hace poco lo estuvimos comprobando y vimos cómo algunos vehículos alcanzaban los 50 y 60 kilómetros por hora”, incide el representante vecinal. Este paso de peatones forma parte, además, de una de las rutas de los tres Caminos Escolares que posee el colegio.

El objetivo de esta reivindicación vecinal, trasladada al Ayuntamiento hace dos años, es evitar posibles accidentes como el ocurrido el pasado 27 de mayo, cuando un hombre fue atropellado por un autobús de la línea 39 en la calle del barrio zaragozano.

Tampoco está exento de peligro el entorno del instituto Pilar Lorengar, donde se da una situación similar “agravada por los problemas de iluminación” que reducen la visibilidad en determinados puntos de la calle Miguel Asso. 

Juan Antonio Andrés cuenta que los plataneros y pinos de gran porte que hay en la vía reducen la luminosidad de las farolas, a pesar de que se colocaron dos luminarias a cada uno de los lados del paso de cebra próximo al centro educativo. “A última hora de la tarde, este punto, que es una de las entradas al barrio, es aún más peligroso”, señala el presidente del colectivo acerca de un lugar que tampoco ha estado libre de accidentes, pues dos mujeres fueron atropelladas allí el año pasado.

El asunto ha sido tratado en la última Comisión de Movilidad del distrito del Rabal, donde también se valoraron otras posibilidades como la instalación de bandas sonoras delante de los pasos de cebra. Si bien, la prioridad para este colectivo vecinal es la disposición de pasos de peatones elevados, al menos, en ambos puntos. “Entendemos que pueda haber reticencias a esta actuación, pero estamos hablando de la puerta de un colegio y de un instituto, donde debe primar la seguridad. Por eso, los pasos elevados son nuestra primera opción y, si en septiembre no hemos recibido respuesta del gobierno municipal, volveremos a la carga”, concluye Andrés.