Una resonancia para Buba

Este cachorro con un problema neurológico grave podrá ser diagnosticado gracias a los donativos en las redes sociales.

Buba, en una imagen publicada en sus redes sociales.
Buba, en una imagen publicada en sus redes sociales.

Es un cachorro de buldog francés de poco más de 2 meses al que le encanta jugar. Nació con un problema neurológico grave pero ahora Buba es feliz y, aunque tienes dificultades para mantener el equilibrio y se da sus golpes, “siempre se levanta y sigue jugando con mis otros dos perros”, asegura Tania, una joven zaragozana que decidió cuidar de él para que viva "en las mejores condiciones posibles".


Para ello, Tania, que lleva 5 años dedicada al rescate de perros, puso en marcha en las redes sociales la página Buba necesita ayuda para costear vacunas, tratamientos y una resonancia para diagnosticar las lesiones neurológicas de Buba. La joven zaragozana ha trabajado en varias protectoras de animales “pero ahora rescato perros a nivel particular porque estos centros están saturados, tienen muchísimos casos y muchísimos gastos”, cuenta.


Un propietario particular de Sevilla se puso en contacto con ella al conocer su labor para contarle que había cruzado a su perrita y había parido una camada de 9 buldogs franceses, pero como no tenía los medios económicos suficientes para hacerle la cesárea, “que es lo que normalmente necesita este raza”, matiza Tania, 5 de ellos murieron en el parto.


De los 4 que quedaron, 3 nacieron sanos. “La idea que llevaba el dueño era venderlos y sacar dinero. Y es lo que consiguió con 3 de ellos. Pero Buba, desde que nació, había sido un perrito muy especial. Es lo que me dijo el dueño. Yo quise saber cuál era la razón de que me pidiera ayuda a mí, -relata-. Me dijo que el perro estaba cojo, que no lo podía vender ni hacerse cargo de él”.


Tania no se lo pensó dos veces. No había visto fotos ni videos de Buba pero le dijo al dueño que si no sabía qué hacer con el perro o lo iba a sacrificar que se lo enviase. Ella pagó el transporte para hacerse cargo de Buba: “Cuando lo recogí era un perrito muy apagado. Lo dejé en el suelo y me di cuenta de que su problema era mayor que una cojera”, recuerda.


Con ayuda de Elena Godoy, una amiga que también se dedica al rescate de perros, decidió hacerse cargo de Buba. A los tres días de tenerlo, cuando ya habían pedido cita en el veterinario, Buba se puso a vomitar, con diarreas continuas, dejó de comer y de jugar. En la consulta pensaron que era una gastritis. Lo trataron con goteros y a los tres días de hacerle pruebas dio positivo en parvovirus, una enfermedad muy frecuente en cachorros que provoca el 75% de las muertes.


Buba tuvo que permanecer ingresado durante 4 días. “Pensaba que no salía. Era hueso y piel. Estaba dejándose morir -confiesa Tania-. Pero finalmente, los veterinarios consiguieron salvarle la vida. Ellos estaban asombrados... y nosotras más. Cuando lo recogimos, estaba mucho más animado y poco a poco se ha ido recuperando”.


Sin embargo, todavía no se conoce el diagnóstico de la enfermedad que padece Buba. Por ese motivo comenzaron a pedir donativos para hacerle una resonancia, que tiene un coste de 500 euros. La respuesta no se ha hecho esperar y el pasado martes ya habían recaudado el dinero necesario.  En los próximos días, Tanía sabrá la fecha exacta para realizar a Buba la prueba necesaria.


En su día a día, cuando Buba intenta ponerse en pie tiene problemas de equilibrio, se cae a menudo y se golpea, no controla sus necesidades y precisa atención las 24 horas del día. “Nos dijeron que por los movimientos que hace su enfermedad podría ser progresiva. El neurólogo veterinario al que fuimos nos explico que Buba podría padecer una ataxia (dificultad de coordinación de los movimientos, y por lo poco que sabemos, pensamos que pudo producirse por hipoxia (falta de oxígeno) al nacer. Pero tampoco podemos asegurarlo sin tener la resonancia”, subraya.


Parte de la recaudación conseguida en la página de Buba ha sido posible gracias al sorteo de una sesión fotográfica para poder recaudar parte del dinero necesario. En una semana se vendieron los 100 números que pusieron a la venta al precio de 2 euros. A través la página de Buba, se pueden colaborar aportando ayudas para el pienso, futuras vacunas o donar empapadores (cubrecamas).


Tania ha ido subiendo a la página de Buba las facturas y la documentación del tratamiento que hasta ahora se ha destinado a su mejora. Y así lo seguirá haciendo. “Las personas que están colaborando son una pasada, lo hacen de corazón y gracias a ellas hemos conseguido lo principal, que era poder hacer la resonancia a Buba”, declara.

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