El futuro de la enorme parcela vacía que dejó el antiguo colegio Jesús y María vuelve a Urbanismo. Mañana, en la reunión de la Gerencia, se retomará un expediente que llevaba paralizado desde 2008, que analiza la petición de la propietaria del terreno de levantar más de 200 viviendas en el solar de la calle de Cortes de Aragón con la avenida de Goya, en pleno centro.

Se trata de una parcela de 9.828 metros cuadrados, que cuenta con salida tanto a la calle de Cortes de Aragón como a la avenida de Goya. Es un suelo que permite levantar equipamientos privados de diferente naturaleza, pero no viviendas. Los posibles usos que admite el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) son deportivos, educativos, sanitarios, asistenciales, religiosos, culturales y de espectáculos. Los vecinos siempre han puesto los ojos en estos suelos, ante la posibilidad de que se exigiera a sus dueños unas cesiones al Ayuntamiento que permitieran construir un centro cívico o unas instalaciones deportivos, equipamientos de los que carece el distrito Centro.

A finales de 2007, la propietaria del terreno, Bilbao Patrimonial S. A. (Wilcox) pidió la recalificación de la parcela para poder construir viviendas, a lo que los servicios técnicos de Urbanismo contestaron que no hay argumentos que justifiquen el cambio de usos. En paralelo, los propietarios inician un proceso judicial contra el Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza, pero no consiguen que los tribunales les den la razón.

Ya en 2008, los dueños de la parcela añadieron a la posible recalificación un convenio con el Ayuntamiento, al que cederían parte del suelo para levantar viviendas públicas y para construir un equipamiento para el barrio. El expediente se preparó en julio de 2008 para que fuera sometido a votación, pero no consta que esta se llegara a producir.

Ahora, ocho años después, Urbanismo quiere cerrar esa petición y afrontar el debate sobre el futuro de una parcela enclavada en pleno centro de la ciudad y que lleva casi dos décadas vacía. Los servicios técnicos valoran tres opciones para la parcela: desestimar las pretensiones de los propietarios, como han dictado tanto la DGA como los tribunales; acceder a la recalificación, siempre que cumplan con las cesiones gratuitas que se deberían hacer a la ciudad; y una tercera vía, que consistiría en denegar la petición de Bilbao Patrimonial, pero hacer un estudio sobre los posibles usos que se podrían dar a la parcela, aunque para ello hubiera que permitir la construcción de un número limitado de viviendas.

En el último informe emitido sobre el tema, del pasado mes de octubre, incluso se plantea una opción real en esta última línea. La propiedad podría construir viviendas en la parte de la parcela que da a la avenida de Goya, con unos bloques de la misma altura que los colindantes (planta baja más diez pisos). Podría ocupar aproximadamente 2.000 de los casi 10.000 metros cuadrados del terreno. El resto del suelo se cedería de forma gratuita al Consistorio para la construcción de equipamientos públicos. Incluso se nombra como posibilidad la opción de devolver a la parcela los usos educativos, pero en este caso de titularidad pública, con un patio bajo cuyos suelos se podría construir un estacionamiento público.

En cualquier caso, las posibles soluciones se supeditan a que un estudio diga qué posibilidades hay. Según señalaron ayer fuentes de Urbanismo, el Ayuntamiento considera que es una pastilla clave para el barrio, y quiere detectar cuáles son sus necesidades –tradicionalmente los vecinos han pedido un centro cívico y equipamientos deportivos–. A continuación, pretenden hablar con los propietarios del terreno para conocer sus planes –hay que tener en cuenta que la petición de recalificación la hicieron justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria–.