​Zaragoza triplica el número de colonias felinas en dos años

Proyecto CES tiene registrados 1.400 gatos en 90 colonias esparcidas por la capital aragonesa.

Gato de una de las colonias controladas por CES.
Gato de una de las colonias controladas por CES.
CES

Han pasado casi cuatro años desde que el Proyecto CES para la captura, esterilización y suelta de gatos callejeros arrancara tímidamente en Zaragoza. Sin embargo, ni siquiera sus coordinadores imaginaban el alcance que iba a llegar a tener. En tan solo dos años se han triplicado tanto el número de colonias como el de gatos registrados. Según datos de mayo de 2014, el censo de gatos apenas rondaba los 450 animales que se distribuían en una treintena de zonas denominadas colonias felinas.


Desde entonces el proyecto no ha hecho más que crecer y afianzarse hasta alcanzar hoy, justo dos años después, un total de 1.400 gatos registrados divididos en 87 colonias. Las zonas que gozan de una mayor presencia de gatos son el cementerio, la ribera del Río Huerva y la Colonia Pignatelli. Desde la Oficina Municipal de Protección Animal aseguran más de 900 felinos están esterilizados.


Paulatinamente, el proyecto ha ido recibiendo nuevos voluntarios que también se han triplicado desde 2014. Actualmente unas 300 personas repartidas por la capital aragonesa se dedican a esta doble función. Por un lado la de garantizar el cuidado de estas colonias –tanto en manutención como limpieza- y por otro, el control sanitario y reproductivo de esta especie domesticada. Además, pueden ser alimentadores –en estos momentos hay unos 80 en Zaragoza- o capturadores, o simplemente aportar piensos o casas de acogida en momentos puntuales.


En la capital aragonesa tan solo hay cuatro capturadores del Proyecto CES. Dos de ellos son Maribel y Raúl. Se trata de un servicio de voluntariado que, en su caso, se ha convertido en una forma de vida. “Yo trabajo por turnos y las semanas que me toca librar las dedico íntegramente a los gatos, las 24 horas. Para mí es un hobby a tiempo completo, una pasión”, asegura Maribel, miembro del CES desde sus inicios, aunque asegura que lleva más de 10 cuidando de los gatos callejeros.


En todo este tiempo se ha ido topando con los cinco gatos que hoy en día viven con ella: Cris, Bala, Vito, Guinda y Cuchi Cuchi. “Te dan el aviso, recoges al animal y le buscas una casa de acogida, pero entre que aparece y no te lo llevas a casa y luego te encariñas”, explica. Además, sus cinco felinos cuentan, cada uno, con una historia “bastante dura”. “A uno le falta un ojo, a otro le rompieron la mandíbula, a otra la abandonaron con tiña… cuando los gatos son preciosos te los quitan de las manos. Estos no lo tenían tan fácil, sin embargo para mí son los más bonitos”, destaca la voluntaria.


A pesar de ser muy gratificante, también asegura que es un trabajo “muy duro” y, sobre todo, “que cuesta bastante dinero”. Maribel y Raúl están a cargo de cuatro colonias y de más de un centenar de gatos –en carretera Castellón, Vía Hispanidad, Las Fuentes y San Joaquín- y gastan unos 10 kilogramos de pienso cada día que salen. “Yo al mes me dejo unos 300 o 400 euros en piensos y hay muchos compañeros que no alimentan porque no pueden permitírselo. Creo que el Ayuntamiento debería echar una mano con este gasto”, comenta.¿Cumple su función?


Sin embargo, existen sectores de la población que dudan de la utilidad de iniciativas como el CES y aseguran que derivan en una “sobrealimentación de los gatos callejeros” que pierden así su función principal: la del control de plagas de roedores. “Me resulta excesivo el protagonismo que están cobrando estos felinos. Creo que están tan bien cuidados que ya no necesitan cazar ni hacer nada”, lamenta Teresa, vecina de la colonia del Huerva que asegura que este año en su barrio han tenido “más de un susto con alguna rata”.


Desde la Oficina Municipal de Protección Animal aseguran que lejos de apoyar la proliferación de felinos, el Proyecto CES garantiza un mayor control evitando su expansión incontrolada. “En estos momentos en Zaragoza habrá más de 6.000 gatos sin registrar y lo que intentamos es que estén cuidados, desparasitados y esterilizados. Es decir, que los que ya están, estén en perfectas condiciones”, explican.

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