La Noche en Blanco de Zaragoza se celebrará el próximo 18 de junio, coincidiendo en el calendario con el Mercado Medieval (del 17 al 19 junio). Así lo ha establecido el Ayuntamiento de Zaragoza, en una decisión que ha desatado críticas por la conveniencia o no de juntar dos eventos tan multitudinarios en espacios y horarios similares.

Carlos Millán, gerente de la empresa cultural Gozarte, fue el primero en alzar la voz con una carta en la que lamentaba esta medida. Entre otros argumentos, Millán resalta que la capital aragonesa no va sobrada de eventos de esta magnitud como para solaparlos. Además, critica las aglomeraciones que podrían generarse y la pérdida de impacto económico en la ciudad al juntar dos eventos que por sí solos atraerían al doble de público.

El guante fue recogido por la oposición en el Consistorio. Enrique Collados, del grupo municipal popular, lamentó esta semana en la Comisión de Cultura que “ambas actividades se perjudican unas a otras”. Una postura similar a la defendida por Sara Fernández, desde la bancada de Ciudadanos. “Estamos perdiendo una noche en que sale la gente, consume, hay vida en la calle. En vez de retroalimentarse estamos perdiendo oportunidades”, lamentó.

En cambio, para el consejero municipal de Cultura, Fernando Rivarés, juntar ambos eventos no solo no es contraproducente, sino que se “alimentan mutuamente” y a la par, permite “aprovechar mejor los recursos existentes”.

Menos barras, más escenarios

El edil de Zaragoza en Común explicó las principales novedades que se implantarán este año durante la celebración de ambos eventos. En primer lugar, y como compromiso adquirido con las asociaciones de bares y restaurantes, el Mercado Medieval reducirá a un tercio el número de barras para consumir respecto al de otros años. El objetivo es evitar la competencia “un tanto injusta con los negocios de la zona que pagan impuestos” todo el año.

Por otro lado, se estrenarán dos nuevos escenarios, uno en la plaza de San Bruno, y el otro en el Balcón de San Lázaro, que podrán ser utilizados por los dos eventos del día. “Esa aparente contradicción de incompatibilidad de trabajos no existe, al revés, se multiplica, porque el Mercado Medieval va a durar el sábado hasta las 2.30 de la madrugada con contratos de músicos y artistas escénicos que no existían”, según Rivarés.

A su vez, se han ampliado las entidades sociales que participan este año en la Noche en Blanco, mientras que el Mercado Medieval estrenará la prohibición de uso de animales vivos y la exigencia de ofrecer comida para personas celíacas.

En cuanto al presupuesto, Rivarés criticó que hasta ahora se externalizara la organización de la Noche en Blanco contratando a una persona –“sin concurso público, por cierto”, apuntó-, lo que elevó los gastos del año pasado a 25.000 euros. En esta ocasión, la gestión está en manos de los técnicos muncipales, reduciendo los costes a unos 7.000 euros en concepto de producción.

La programación completa de la Noche en Blanco se está cerrando estos días por el Área de Cultura del Consistorio, y contará con más de cien espacios (entre otros, se incorpora el Museo del Fuego), nuevas entidades públicas y privadas y una “implicación mayor” de museos y escuelas municipales.