La XIII edición de la Lonja del Comercio Justo se celebra de nuevo mañana en la plaza del Pilar en la que se presentarán productos que son "un gusto para los cinco sentidos" y que será inaugurada por el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, junto a la vicealcaldesa, Luisa Broto, a las 10:30 horas.

En esta jornada también habrá degustaciones, talleres, pasacalles, música y una amplia oferta de artículos hechos con condiciones laborales dignas, respeto por el Medio Ambiente, igualdad de género y ausencia de explotación infantil, según informa la Federación Aragonesa de Solidaridad en una nota de prensa.

El Comercio Justo, que cumple 30 años en 2016 del inicio de este tipo de mercado, es un movimiento social global que promueve otro tipo de comercio, basado en el diálogo, la transparencia, el respeto y la equidad.

Se trata de productos hechos artesanalmente en países en desarrollo con la garantía de un pago justo a sus productores, condiciones laborales dignas, respeto por el Medio Ambiente, igualdad de género y ausencia de explotación infantil.

En estas tres décadas el Comercio Justo ha ganado presencia en la sociedad no solo en ventas, que superan los 33 millones de euros, sino también a través de campañas de sensibilización, denuncia y acciones como la Lonja del Comercio Justo de Zaragoza.

Además, este año tiene mayor relevancia esta cita, porque desde la Federación Aragonesa de Solidaridad y con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, se quiere que Zaragoza sea declarada Ciudad por el Comercio Justo, como Córdoba, Madrid y otras ciudades por el cambio.

Bajo el lema "El Comercio Justo es un Gusto que da sentido a los cinco sentidos", las ONG Adeco, Ayuda en Acción, Cáritas, Oxfam Intermón, Medicusmundi, Suralia, Proclade, Proyde y Pueblos Hermanos mostrarán en la Lonja de Comercio Justo una amplia oferta de artículos de Comercio Justo.

Además, la jornada contará con una atractiva programación de actividades para todos los públicos, como degustaciones, talleres, pasacalles y música. Y todo con un objetivo: resaltar que el consumo

de estos artículos, además de contribuir a mejorar la vida de los productores de los países en vías de desarrollo, también supone apostar por un modelo de consumo responsable y aportar un granito de arena para intentar cambiar un sistema comercial "injusto", por uno más "equilibrado" y "solidario".