Las actuaciones de los bomberos por ruinas crecen un 28%

Los bomberos de Zaragoza realizaron el año pasado un total de 7.609 servicios en la ciudad. Esta cifra supone un incremento del 12,5% respecto al ejercicio anterior, que en buena medida está propiciado por las intervenciones en edificios e infraestructuras defectuosas o en situación de riesgo para las personas.

Así se desprende de su memoria anual, en la que se refleja un notable repunte en las actuaciones relacionadas con ruinas y hundimientos de inmuebles, apartado en el que se llevaron a cabo 354 intervenciones, un 28,7% más que en 2014. Además, en el relativo a fugas de agua, gas, productos peligrosos e incidencias eléctricas, se alcanzaron las 589 salidas, un 58,7%.

Según Lucio de la Cruz, gerente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza (COAATZ), “hay una relación directa de causa-efecto por la crisis económica” de los últimos años, en los que “la inversión en mantenimiento ha caído en picado”.

En este sentido, recuerda los esfuerzos que se están llevando a cabo para paliar estas carencias, en especial a través de la Mesa por la Rehabilitación, ya que “el 70% del parque de viviendas de Zaragoza es anterior a 1980” y muchos inmuebles requieren reformas “urgentísimas” no solo por eficiencia energética y accesibildiad, sino también por motivos de seguridad.

Según los bomberos, la mayoría de las afecciones tienen que ver con aquellos elementos expuestos a la intemperie: cornisas, aleros, balcones... Y las fuertes rachas de viento que soplan en la ciudad no ayudan. Tampoco lo hace la situación económica de muchas comunidades de vecinos, que no acometen las reformas necesarias. De hecho, señalan que en no pocas ocasiones reciben avisos de personas que piden una inspección del inmueble, dado que el resto de vecinos no quieren hacer frente a una derrama.

A terminar con este tipo de conflictos contribuirá el Real Decreto Legislativo 1/2013, que marca como plazo límite diciembre de 2017 para realizar obras que mejoren la accesibilidad de los edificios. Una de las principales novedades que introdujo el Gobierno en esta 'Ley General de derechos de las personas con discapacidad' fue eliminar el quórum entre los vecinos a la hora de aprobar o desestimar obras de mejora de la accesibilidad. Mientras que hasta ahora la mayoría de las comunidades requerían tres quintas partes de los votos favorables, la nueva regulación obliga a acometer las obras si un solo propietario lo solicita.

Por otro lado, también se han disparado los rescates de personas atrapadas en el interior de ascensores. En concreto, las 236 intervenciones del año pasado en Zaragoza suponen un incremento del 30% respecto a 2014. En este sentido, los expertos hablan de un pico aleatorio de incidentes, ya que se trata de un sector fuertemente regulado sin apenas sucesos de gravedad. “La mayoría se deben a un exceso de ocupantes o a cortes de luz”, explican los bomberos consultados.

149 servicios fuera del término municipal

En general, los bomberos han visto cómo crecían las llamadas pidiendo algún tipo de auxilio, lo que en sus registros se conoce por 'salvamentos'. La cifra total alcanzó el año pasado los 4.849 avisos, un 22,5% más. Al margen de los ya citados por el estado de los edificios, crecieron las atenciones relacionadas con los accidentes de tráfico (182 sucesos), el socorro a víctimas (1.888), la asistencia a personas en situación de riesgo (792) y la atención a animales (503).

En cambio, las alertas por incendios se mantuvieron estables, con 1.234 actuaciones. En la mayoría de los casos las llamas se originaron en viviendas o en zonas con vegetación, y en menor medida, en naves industriales o vehículos. Por ejemplo, el año pasado apagaron hasta 22 autobuses urbanos en la capital aragonesa. Además, se llevaron a cabo 1.441 asistencias técnicas, y acudieron a 85 falsas alarmas.

Por otro lado, los bomberos de Zaragoza acudieron a 149 avisos de emergencias que tuvieron lugar fuera del término municipal. Utebo fue el municipo más beneficiado por su labor, con 45 sucesos atendidos, seguido de Cuarte de Huerva, con 18. El desplazamiento más largo que tuvieron que realizar fue a Remolinos, a 40 kilómetros de distancia.