La plantilla del Ayuntamiento de Zaragoza está integrada por 5.752 plazas, pero no todas están ocupadas. Los sindicatos estiman que hay alrededor de un millar de puestos sin cubrir. Si la plantilla del consistorio estuviese cubierta al 100%, podrían ser trabajadores municipales tantas personas como habitantes tienen La Puebla de Alfindén (5.948 residentes según el último censo) o María de Huerva (5.425). Se puede afirmar que la plantilla dibuja una pequeña ciudad, pues en ella tienen un hueco prácticamente todos los sectores profesionales: desde ginecólogos a pianistas pasando por maestros de oficios, ingenieros de caminos y letrados. Aparecen hasta maestros matarifes. De esas más de 5.750 plazas, 5.649 tienen la categoría de funcionarios, 64 son de personal laboral y 39 son eventuales.

La plantilla municipal correspondiente al ejercicio 2016 apareció, junto a la aprobación definitiva de los presupuestos para este año, en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza (BOPZ) del pasado 30 de marzo. Comparando los datos con los del año 2015, se puede apreciar que la plantilla de funcionarios ha perdido en un año 19 plazas, la de personal laboral ha ganado dos y la de eventuales tiene 11 menos.

Esta última es la que ha registrado más cambios, teniendo en cuenta su dimensión. En 2015, la plantilla de trabajadores eventuales estaba formada por 60 personas. Este año aparecen relacionados 39 puestos de trabajo. Las diferencias radican, sobre todo, en que las plazas que los socialistas crearon para la asesoría y asistencia de los miembros del gobierno municipal. El año pasado había 21 plazas (entre jefes de gabinete, asesores técnicos y asesores de comunicación). En el documento publicado a finales de marzo aparecen una docena.

En la plantilla municipal, hay plazas de todo tipo. Del sector sanitario, podemos encontrar varias de médicos, ginecólogos, farmacéuticos e incluso de radiología y microbiología. La titularidad municipal del conservatorio hace que también aparezcan reseñados trabajos de pianistas y de profesores de fólklore y música moderna. Asimismo hay plazas de profesores de teatro e interpretación.

Prácticamente todos los oficios tienen un hueco en la plantilla: electricistas, carpinteros, herreros, fontaneros... También aparecen reflejadas 22 plazas de 'maestro matarife'. Provienen de los tiempos en los que el matadero era de titularidad municipal. Hoy no queda nadie en el Consistorio haciendo las labores de matarife, los trabajadores que desempeñaban estas funciones están empleados, por ejemplo, en centros cívicos haciendo reparaciones, fotocopias, etc. Todas estas plazas están llamadas 'a extinguirse': permanecen 'vivas' mientras su titular está en activo y cuando se jubilan se transforman o amortizan.

En la idéntica situación está la única plaza de guardería de montes que queda y tres más de ayudantes camilleros. Hace años trabajaban en la Casa de Socorro y hoy lo hacen en centros cívicos.

Un millar de vacantes

Pero las casi 5.752 plazas que aparecen en la plantilla no se traducen en personas. José María Martín, secretario general de la sección sindical de CC. OO. en el Ayuntamiento, explica gráficamente que la plantilla “es una masa aforma” a la que da “musculatura y hueso” la Relación de Puestos de Trabajo (conocida como RPT), en la que aparecen fielmente reproducidos todos los puestos de trabajo municipales que están ocupados. El desfase entre la plantilla y la RPT se sitúa en torno a las 1.000 personas, de acuerdo con los datos que manejan diferentes sindicatos con representación en el Consistorio. “La RPT es un documento muy detallado, que cuesta mucho esfuerzo elaborar. La última se hizo hace dos años”, abunda José María. Se aprobó sin acuerdo sindical y sin respaldo político.

Este documento puede consultarse a través de la web del Consistorio. Data del verano de 2014 y refiere un total de 3.087 puestos de trabajo. Excluye los de la Policía Local de Zaragoza y los del Servicio contra Incendios, de Salvamento y Protección Civil (que suponen casi un tercio del total de trabajadores y tienen su propia RPT). Además, se señala que en 2014, había 324 vacantes que no se presupuestaron.

“Nosotros pedimos que se transformen las plazas que se sabe que no se van a cubrir, aquellas que no son necesarias, en otras que sí hacen falta”, explica Ramiro Duce, secretario de Comunicación de CGT. “Una plantilla tiene que evolucionar con el tiempo. Por ejemplo, se pueden crear plazas para graduados sociales o informáticos, todas necesarias a día de hoy”, agrega. Es el pleno municipal el que tiene la última palabra sobre estas cuestiones, el que aprueba o no las transformaciones de plazas que, cada año, se proponen tanto los sindicatos como la propia corporación municipal.

El concejal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, ya anunció el pasado verano que se haría una nueva RPT y en su confección se buscaría “el mayor consenso”. Los representantes de los trabajadores inciden en la cantidad de puestos de trabajo que se han perdido en los últimos tiempos, algo que ha afectado directamente al servicio que se presta a los ciudadanos. “Los ciudadanos a veces no se dan cuenta, pero nosotros lo notamos a diario. Cuando alguien se jubila y no se cubre la plaza que deja, su trabajo tienen que asumirlo el resto de sus compañeros, con todo lo que eso conlleva”, afirma José María Martín.