El atentado de la basílica del Pilar pudo causar una tragedia según los peritos

Varios policías nacionales han declarado este miércoles en el juicio del matrimonio anarquista chileno acusado del atentado cometido en 2013 en la basílica del Pilar de Zaragoza que la bomba, que hirió a una mujer, pudo haber matado a muchas personas.

La Audiencia Nacional ha reanudado este miércoles el juicio de Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de la fiscal de 44 años de cárcel.

Están acusados de delitos como pertenencia a organización terrorista, la preparación de un atentado en el Monasterio de Montserrat de Barcelona y el cometido en la basílica del Pilar el 2 de octubre de 2013, en el que resultó herida una mujer, en torno a las 13.45, cuando se encontraban además en el templo al menos cincuenta turistas norteamericanos y cuatro trabajadores.

Los dos policías que realizaron el informe sobre la peligrosidad del artefacto han destacado que se puso en peligro la vida y la integridad de las personas, incluso a distancia, y que, al ser un lugar cerrado, los efectos se multiplicaban y eran imprevisibles.

Otros cinco agentes, que participaron en la inspección ocular de la zona de la explosión, han relatado que había bastante humo y polvo en suspensión, así como restos de madera y astillas de grandes dimensiones de los bancos hasta a 27 metros de distancia desde el lugar donde fue colocada la bomba, en el centro de la basílica.

Han añadido que encontraron un trozo de la bombona utilizada para el artefacto explosivo a unos veintitrés metros cerca del altar mayor, que "pudo hacer bastante daño", así como que una columna resultó afectada.

En la sesión de este miércoles ha testificado la copropietaria de un centro de estética de Zaragoza que ha recordado que el día de los hechos recibió a las 13.35 -unos diez minutos antes de la explosión- una llamada telefónica en la que le dieron el aviso de bomba en la basílica pero colgó porque pensaba que era una broma.

También ha declarado el dueño de un bar cercano a la basílica que ha recordado que sospechó de una pareja que entró con una bolsa de gran tamaño, pues tras estar el varón mucho tiempo en los aseos con la bolsa, luego ambos salieron sin apenas tomarse las consumiciones que pidieron.

Por su parte, José Manuel Alonso, que era concejal de Zaragoza, ha testificado que pasaba por la zona en el momento de la explosión y que vio salir corriendo a dos jóvenes. Ha recordado que llamó a la Policía Municipal para que adoptara las medidas pertinentes.

Igualmente ha comparecido el conductor del autobús en el que, según la fiscal, viajaron los acusados el día de los hechos desde Barcelona a Zaragoza.

Este testigo ha recordado que una pareja subió al autobús y que el varón llevaba una bolsa de un tamaño considerable con una caja de cartón dentro. Le pidió viajar con ella porque -según dijo- contenía "cosas delicadas".

Los acusados, que ya fueron juzgados en una causa similar en Chile, llamada "caso Bombas", en la que resultaron absueltos, negaron ayer todas las acusaciones.

Según la fiscal, los acusados pertenecían al Comando Insurrecional Mateo Morral, integrado en los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC) y que estos son los equivalentes en España de la Federación Anarquista Informal/Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI).

Policías que participaron en las investigaciones han explicado que del contenido de los ordenadores incautados a los acusados en su domicilio de Barcelona se desprende que eran miembros de FAI/FRI y que esta organización ha sido catalogada en Europa como terrorista.

Han añadido que en el domicilio de los acusados se encontró documentación relacionada con Enrique Balaguer y que éste está considerado líder intelectual del movimiento anarquista. Han agregado que detectaron comunicaciones telefónicas entre él y los investigados, una de ellas al día siguiente del atentado.