Un concurso de epitafios para tener la última palabra

El Ayuntamiento de Zaragoza ha organizado el I Concurso de Epitafios del Cementerio de Torrero para “impulsar la cultura funeraria”.

Un concurso de epitafios para tener la última palabra
Un concurso de epitafios para tener la última palabra

Resulta complicado resumir en unas pocas palabras nuestro paso por la vida. Más doloroso es hacerlo si se trata de nuestros seres queridos y familiares. Componer esa frase lapidaria con la que recordar y ser recordados es una tarea difícil, amarga, pero no por ello exenta de valor literario.


El I Concurso de Epitafios para el cementerio de Torrero convocado por el Ayuntamiento de Zaragoza no solo tiene como finalidad “impulsar la cultura funeraria”; también pretende fomentar la participación ciudadana y crear un archivo popular de epitafios “que se pondrán a disposición de las familias que las deseen utilizar”, según las bases del certamen.


El cementerio de Torrero cuenta con cuatro itinerarios en los que descubrir, entre otras curiosidades, algunos ejemplos de arte funerario y una ruta de personajes ilustres en la parte vieja del complejo, entre ellos Pilar Bayona, Miguel Fleta, Ricardo Magdalena, Basilio Paraíso, Joaquín Costa, José Camón Aznar, Miguel Salamero, Florentino Ballesteros o Demetrio Galán Bergua. Aunque en el camposanto municipal no abundan las frases lapidarias, es posible encontrar algunos ejemplos que perduran en el tiempo y en el recuerdo.

'No legisló'

Entre los epitafios más destacados figura el del mausoleo de Joaquín Costa: ‘Nuevo Moisés de una España en éxodo. Con su vara alumbró la fuente de las aguas vivas en el desierto estéril. Concibió leyes para conducir a su pueblo a la tierra prometida. No legisló’; o el del monumento a la Fosa Común -obra del escultor José Bueno-, escrito por Juan Moneva: ‘Vosotros, cuyos restos yacen aquí, a quienes hizo iguales la naturaleza humana, la redención divina y la niveladora muerte. No sois olvidados de todos, la ciudad igualitaria porque cristiana, justiciera y piadosa os recuerda, os proclama suyos y os encomienda a Dios’.


También destaca el epitafio en homenaje al arquitecto José de Yarza y de Echenique, asesinado el 23 de agosto de 1920 junto a los ingenieros César Boente y ÁlvarezJoaquín Octavio de Toledo y Errazu mientras reparaban el alumbrado público en el paseo de la Independencia, número 30, durante una huelga de electricistas desencadenada en un periodo de crisis y agitación social.


El texto que puede leerse junto a sus tumbas dice: ‘Aquí yacen y la Ciudad honra a D. José de Yarza y de Echenique (arquitecto municipal) D. Joaquín Octavio de Toledo y Errazy (funcionario) muertos en la vía pública el XXIII de agosto de MCMXX en que perecieron, excedían voluntarios en deber profesional reparando con sus manos el alumbrado de la ciudad'. El nombre de César Boente y Álvarez no aparece porque sus restos fueron trasladados posteriormente a Madrid.


En la fachada del número 30, en el paseo de la Independencia, una lápida sufragada a través de donativos por la Sociedad Central de Arquitectos de Madrid recuerda el lugar donde se produjo el atentado.

'Porque quiso cantar, cantó'

En el cementerio alemán, al que solo se accede en compañía de un funcionario del complejo, se encuentra la tumba del músico zaragozano Mauricio Aznar, donde reposan sus restos junto a los de su hermano y sus abuelos. Solo una frase para el artista que perdió su apuesta por el rocanrol: ‘Porque quiso cantar, cantó’.


Otros ejemplos anónimos de frases lapidarias en el cementerio de Torrero son: 'Tu palabra es antorcha para mis pasos y luz para mis sendas', 'Te has ido como estrella fugaz, como río que va al mar, quien bien te ha querido...', 'No llores porque no ves el sol, que lágrimas te impedirán ver las estrellas', Todos te queremos y por favor, no tardes mucho en colarte en nuestros sueños', 'No están jamás solos los que están acompañados de nobles pensamientos' o 'Te has ido como llegaste, en silencio, con ganas de vivir: guardaremos siempre tu tesoro, el gran amor que nos tenías', entre otros.

Algo para recordar

Las frases lapidarias ganadoras del concurso convocado por el Ayuntamiento de Zaragoza, así como aquellas seleccionadas por el jurado, se publicarán en la web municipal y podrán ser utilizadas por las familias en homenaje a sus fallecidos en las lápidas.


Los textos enviados deberán ser inéditos, escritos en español y la temática girará en torno a la muerte, la ausencia o el amor, e irán firmados con el nombre de su autor o pseudónimo. Cada epitafio no podrá exceder de cuatro versos ni llevar título y solo se admitirá uno por participante, cuyo envío se realizará por correo electrónico a la dirección: informacementerio@zaragoza.es.


El plazo de recepción de epitafios para el concurso comenzará el 23 de abril y finalizará el 14 de octubre de 2016 y el jurado estará compuesto por poetas reconocidos de la capital aragonesa y personal del cementerio de Torrero, cuya decisión se hará pública el 4 de noviembre de 2016.


Las tres mejores frases lapidarias recibirán como premio las publicaciones realizadas sobre el Cementerio de Torrero y un certificado cuya entrega tendrá lugar el 15 de diciembre de 2016, en la actividad ‘Navidad en el recuerdo’, en la sala de ceremonias 2 del complejo funerario de Torrero.

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