Pikolín invierte 50 millones para un nuevo complejo logístico-industrial

La empresa Pikolín ha puesto este jueves la primera piedra del que pretende ser, en la plataforma logística de Zaragoza, el mayor y más moderno complejo industrial del descanso en Europa, en el que se van a invertir cincuenta millones de euros que demuestran la vocación industrial y el compromiso territorial de la compañía.

El presidente de Pikolín, Alfonso Soláns, ha estado este jueves acompañado, en el este acto de colocación de al primera piedra del complejo, por el presiente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve; el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente.

La empresa pretende que la nueva fábrica y centro de distribución esté plenamente operativa a principios de 2017, ya que las obras de la planta concluirán a finales de verano y en octubre comenzará el traslado de la maquinaria desde las actuales instalaciones de la compañía, en la carretera de Logroño.

En una superficie de 217.000 metros cuadrados se construirá una fábrica de 86.000, ya que 32.000 metros cuadrados están ocupados por el almacén logístico, ya operativo.

En Plaza, Pikolín encuentra unas "inmejorables condiciones logísticas", con fácil acceso al ferrocarril, el aeropuerto, las autovías y el Puerto Seco.

Durante su intervención, Soláns ha insistido en que el traslado responde a una "decisión estratégica" que la empresa toma con "clara vocación industrial, compromiso de permanencia en el territorio" e interés por "el crecimiento y del desarrollo".

En este proyecto de lo que ha llamado "tercera generación", la empresa ha optado por "quedarse en Zaragoza" y "servir de catalizador y dinamizador" de la economía de la comunidad.

Soláns ha explicado también que se va a convocar un concurso público entre escultores aragoneses para recrear la emblemática Torre Pilokín de las instalaciones de la carretera de Logroño en la nueva fábrica, donde ésta se recreará añadiendo "valor artístico" a su "valor emocional".

Ha reconocido el papel de los trabajadores de la empresa en su desarrollo, porque con su "dedicación y entusiasmo" Pikolín se ha convertido en "referente y líder del sector en España".

Tras reivindicar el papel de la empresa familiar y en su caso muy especialmente el de su padre, que fue el fundador de la empresa, Soláns ha recordado a las autoridades presentes que las empresas necesitan "complicidad y la máxima colaboración" de las administraciones, porque eso permitirá que las inversiones e conviertan en "herramientas de creación de empleo y riqueza".

Lambán ha recogido el guante y ha dicho asumir el esfuerzo apoyar la tarde importante de las empresas, aun teniendo en cuenta la "limitaciones políticas e institucionales" de los gobiernos autonómicos en cuanto a sus competencias.

Pero también ha asegurado que o ese esfuerzo se une al de la sociedad o éste será "baldío".

Ha reconocido que en una situación económica y política de cambio, éste hay que entenderlo como una oportunidad, porque "detrás de cada crisis hay oportunidades que los más listos, en el mejor sentido de la palabra, suelen aprovechar".

El alcalde, por su parte, ha agradecido a la familia Soláns que haya decidido mantener en Zaragoza su "buque insignia" y preservar así el empleo.

El Ayuntamiento de Zaragoza, ha agregado Santisteve, está en contra de la economía "que juega al pelotazo y la especulación", pero quienes apuesten por el empleo "siempre tendrán apoyo municipal".

Ha llamado a conseguir entre todos hacer un esfuerzo para que la inversión empresarial se traduzca en innovación y desarrollo, para conseguir que "toda esa gente extraordinariamente formada no abandone el país o pueda volver", para que sea en su lugar de nacimiento donde desarrollen sus capacidades.

Pikolín, con 67 años de trayectoria, tiene 2.317 empleados en diez fábricas (dos en el sudeste asiático, en China y Vietman, cinco en Francia y tres en España). Posee 186 tiendas propias y fabrica 1.740.000 colchones al año, copando el 32 % de la cuota de mercado en España y el 30 % en Francia.