El enfado de los vecinos de los barrios rurales de San Juan de Mozarrifar, Movera y de la urbanización El Zorongo va en aumento, y si no se plantea alguna solución no descartan movilizaciones por una reivindicación ya vieja y que consideran "que es necesaria, no es ningún capricho", en palabras de Antonio Giménez, presidente de la Asociación de vecinos El Castellar de San Juan de Mozarrifar, como es la petición de una marquesina para el principio y final de la línea 102, que se encuentra en el Paseo Echegaray y Caballero, entre las dos puertas de la basílica del Pilar.

"Hay muchísimas quejas, el tiempo de espera puede ir de los 10 minutos a la media hora y no hay absolutamente nada donde protegerse", dice Giménez, mi un alero, ni un portal, ni un porche en una zona muy desprotegida y junto al río Ebro. "No sé lo que puede suponer colocar una marquesina, y si ahí no se puede que desplacen la parada unos metros, porque esto es tercermundista; ya llevamos así tres inviernos y no podemos seguir igual", comenta el representante vecinal, quien apunta que se está en conversaciones con otras entidades y no descartan llevar a cabo alguna acción para visualizar esta necesidad.

Ahora, solo un poste marca el punto de llegada y salida de las líneas de autobús de Alosa, la línea 102 en el caso de San Juan de Mozarrifar, que comparte el final del trayecto con los itinerarios que llevan hasta El Zorongo y Movera.

El problema surge a raíz de la modificación de las líneas de autobuses la pasada legislatura, que llevó a cambiar la entrada a la ciudad y la parada de final de línea que se encontraba en el entorno del antiguo teatro Fleta al punto en el que se ubica ahora, en Paseo Echegaray y Caballero.

Este viernes hay una asamblea del barrio de San Juan de Mozarrifar y se volverá a plantear la cuestión. "En septiembre volvimos a hacer la denuncia y ya nos han contestado que no tienen marquesinas disponibles, pero creo que alguna solución habrá que buscar", sostienen en la asociación de vecinos.