Idoia Gadea dedicó la tarde del domingo a hacer bizcochos. Regenta en Zaragoza la tienda-taller de Manualidades Predicadores y suele preparar uno para agasajar a sus alumnas pero este domingo no hizo uno, sino ocho. Se ha enterado de que una de las vecinas lo está pasando mal por temas económicos y no ha tardado en idear estrategias para ayudarla. El lunes puso los bizcochos en el mostrador y los repartió entre sus clientes a cambio de 'la voluntad'.

Por la noche, en su casa, volvió a hacer otros tantos y este martes volverá a ofrecerlos en su tienda. Las porciones se pueden degustar allí mismo... o si se lo piden Idoia las envuelve para llevar. 

Uno de los mayores encantos del comercio de proximidad es que sus locales hacen de nexo de unión entre los habitantes de los barrios. Sus propietarios son quienes mejor conocen las historias y situaciones de los vecinos y en Zaragoza no han sido pocas las ocasiones en las que han impulsado iniciativas solidarias para ayudar a tal o cual vecino.

En esta ocasión el comercio solidario se encuentra en la calle de Predicadores. El taller está ubicado muy cerca del Mercado Central desde hace 17 años y este fin de semana lanzó a través de sus redes sociales una campaña solidaria para ayudar a esta vecina. No solo mediante la venta de bizcocho, sino convirtiéndose también en un punto de recogida de alimentos.

"Es la primera vez que hacemos algo así pero los vecinos se han volcado y muchas de las clientas nos han escrito para decirnos que vendrán a traer comida", comentaba este lunes Idoia a Heraldo.es

La vecina en cuestión prefiere mantenerse en el anonimato pero para ponernos en contexto Idoia explica que es una persona "especial, trabajadora, amable" que se encuentra en una situación muy delicada: sola, con tres hijos y desde hace poco, también sin trabajo.  "Podríamos ser cualquiera de nosotras y tiene unos hijos preciosos que podrían ser los nuestros" insiste Idoia a Heraldo y a través del Facebook de su empresa. 

De momento no se plantean más acciones a largo plazo pero por ahora el comercio seguirá recogiendo alimentos para esta vecina durante toda la semana. Además, la propietaria no duda en repetir la iniciativa si en el futuro se enteran de otras situaciones similares en el barrio.