El preso fugado Benito Ortiz Perea entra en la enfermería de Zuera
Instituciones Penitenciarias puede incluirlo ahora entre la lista de los más peligrosos a los que se aplica el régimen FIES
El preso fugado Benito Ortiz Perea, de 61 años, regresó al centro penitenciario de Zuera la noche del pasado miércoles a las 21.30 después de estar huido más de un mes, y la Junta de Tratamiento ha decidido que entrara en la enfermería.
Aunque el interno tenía todos los puntos para que se le pudiera enviar al módulo de aislamiento, donde se encuentran internos implicados en crímenes como Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, Rodrigo Lanza, Ismael López, alias 'El Ojos', o varios yihadistas, pero los integrantes de la Junta optaron por dejarlo en la enfermería.
Fuentes penitenciarias han señalado que Ortiz Perea ha llegado a la prisión "encabronado" y "muy enfadado" por haber sido detenido por la Brigada Móvil de la Policía Nacional en la estación Delicias cuando iba a coger un billete para irse en autobús a Valencia. Llevaba una mochila en la que había cogido ropa que podía proceder de algún contenedor de recogida en una iglesia.
Después de las entrevistas que le hicieron el médico, el educador y el trabajador social, se ha decidido dejarlo en la enfermería. "Vuelve a su hábitat natural en la prisión (lleva desde 1979 entrando y saliendo), donde está con dos hermanos y no tiene visitas de su familia", comenta un funcionario que lo lleva en su módulo en el que convive con su hermano Pedro. "Está delicado de estado de salud y ha vuelto nervioso. Por eso se ha decidido mantener un mayor control de vigilancia hasta que se tranquilice", agrega.
Huida andando a Huesca
Fuentes penitenciarias señalaron que el preso podría haber contado que nadie acudió en coche a ayudarle en la fuga la madrugada del pasado 29 de agosto, cuando lo trasladaban desde urgencias del hospital Miguel Servet, y que se fue "andando" hasta Huesca. Esta versión avalaría que Ortiz Perea improvisó esa noche la escapada, que al final acabó en su regreso a Zaragoza y después de su estancia varios días en el barrio de Torrero-La Paz, donde vive parte de su familia (como en Huesca y Ejea de los Caballeros), fue detenido.
Antes de su huida, Ortiz Perea no era un preso frecuente en el módulo de aislamiento, salvo para cumplir alguna sanción. Y en su regreso a Zuera puede encontrarse con la decisión de la secretaría general de Instituciones Penitenciarias de incluirlo entre los más peligrosos a los que se les aplica el régimen FIES ( Fichero de Internos de Especial Seguimiento).
Entre los cinco tipos de FIES que se aplica se le asignaría el número 1, que es el más duro y exige el control directo de los presos, se aplica a los internos peligrosos y conflictivos que dentro o fuera de la cárcel hayan protagonizado incidentes, intento de fugas, motines, o hayan puesto en peligro la vida de Funcionarios, otros Internos o algún tipo de autoridad.
