Sin incidencias. Así se ha saldado el primer encierro del bus de 2018 en Torralba de Ribota, que hasta este martes celebra sus fiestas en honor de San Félix, patrón de la localidad de Comunidad de Calatayud. Cerca de una treintena de corredores ha participado en este acto corriendo delante del vehículo a lo largo de unos 200 metros en la carretera que va hasta la N-234.

Este año los que tenían más fuerzas hasta se han animado a volver corriendo delante de un camión de reparto que hacía el camino inverso al autobús.

En la explanada frente al pabellón y desde las escuelas, varios vecinos presenciaban una cita que se ha convertido en toda una tradición del pueblo y que ya se incluye en el programa de fiestas desde hace poco más de una década. "Es algo que se vive con mucho cachondeo y mucha diversión, y eso algo que cada año va a más", destaca el alcalde, Alfonso Puertas.

Para algunos corredores del encierro como Chema y Sergio Sabroso, de las peñas Los Indezorros y Alboroto, este es "el mejor momento del año, no de las fiestas, del año". Junto a ellos vecinos y peñistas de más edad hacían tiempo hasta la salida. Vecinos como Eva, que lleva 9 años en el municipio,  indicaba que "es algo muy surrealista. Al principio no me lo podía creer, hasta que lo vi, pero es muy chulo y diferente". En este sentido, Antonio, lo resume como "algo de locos".

En los minutos previos al inicio, parte de los participantes se arremolinan en la zona de peñas cercana a las escuelas, algunos ataviados con cencerros. "Acaba lo que hay en el pabellón y alargas la fiesta hasta que sale el encierro, es la excusa perfecta", según apuntaba María.