Caspe quiere frenar el vandalismo, que le cuesta hasta 60.000 euros al año

El Ayuntamiento pondrá en marcha una campaña para concienciar del coste de estas conductas incívicas

Parte del suelo del caucho fue arrancado en el parque de la calle de Mequinenza.
Parte del suelo del caucho fue arrancado en el parque de la calle de Mequinenza.
Ayto. Caspe

El Ayuntamiento de Caspe ha hecho un llamamiento para tratar de frenar determinados actos vandálicos en distintos puntos del municipio, cuyas reparaciones llegan a costar al Ayuntamiento entre 50.000 y 60.000 euros anuales.

El concejal de Urbanismo y Obras del Ayuntamiento caspolino, José Manuel Jariod, puso de manifiesto que "este problema no es nuevo" pero "hay que denunciarlo públicamente para que los vecinos sepan que de los bolsillos de todos los ciudadanos tenemos que destinar una cantidad de dinero elevada cada año para arreglar lo que los vándalos estropean, cuando se podía destinar a cualquier otra inversión en el municipio".

Por ello, y para tratar de frenar estas conductas incívicas, el Consistorio de Caspe estudia lanzar a partir del próximo mes de septiembre una campaña de concienciación, en la que se dará información de que "lo que los vándalos rompen nos cuesta dinero a toda la ciudadanía de Caspe, pero también a ellos". Con el coste que supone hacer frente a las reparaciones, y que se sufraga con aportación municipal, se podría "hacer una calle, construir un parque u organizar una actividad cultural importante", mencionó el edil de Urbanismo.

Desde el Ayuntamiento pusieron de manifiesto que trasladaron esta situación a la Guardia Civil y a la Policía Local, para que se intensificara la vigilancia en las zonas que han sido objeto de destrozos, pero "es complicado abarcar los distintos espacios". El concejal responsable de Urbanismo adelantó su intención de estudiar la instalación de nuevas cámaras de vigilancia, que puedan resultar disuasorias.

Fuentes municipales aseguraron que la solución a este problema es "complicado" porque "son muchos puntos que habría que vigilar" en el municipio.

Jariod relató que los actos vandálicos se registraron, por ejemplo, en los baños ubicados en la plaza de los Reyes, un espacio que se hizo nuevo hace dos años. El Ayuntamiento estudia ahora la posibilidad de repararlos o de clausurarlos, dados los continuos desperfectos que se suceden en ese punto de la ciudad.

Los daños llegaron también a un parque ubicado en la calle de Mequinenza –que aún no tiene nombre, puesto que se construyó hace unos siete meses aproximadamente–, donde "se ha levantado parte del suelo de caucho que se colocó en la zona de juegos para niños".

En otro parque, denominado Entrepuentes y destinado a actividades físicas, con elementos de gimnasio y circuito de la salud, "también se destrozaron los baños, llegando a tirar incluso tierra en el interior de los inodoros, por lo que los dejaron inservibles".

El año pasado, además, los vándalos provocaron también daños en unos baños en el parque José Antonio Labordeta:"Los quemaron por completo y hubo que repararlos, alicatar...".

Además de pintadas aparecidas en diferentes puntos de la capital del Bajo Aragón-Caspe, Jariod recordó también el estado en el que amanecieron un día los antiguos lavaderos:"Comprobamos que habían tirado piedras dentro, por lo que se había colapsado el desagüe y el agua desbordaba. También habían arrojado latas y botellas".

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