Alfonso I domina ya el Jardín de la Lozana de Daroca

El Jardín de la Lozana (también de la Harinera) de Daroca cuenta desde este domingo con un nuevo inquilino. Se trata de una talla de Alfonso I el Batallador realizada en el tronco de una secuoya de casi 150 años y que llegó a medir unos 35 metros de altura. Se secó a raíz del impacto de un rayo hace algo más de una década. Para dar forma a esta figura, el Ayuntamiento contactó con un profesional laureado como es el soriano Pepe Llorente.

"Me gustó la idea de hacer a Alfonso I porque es bonito, tiene muchos detalles y es una figura muy espectacular", explica este tallador oriundo de Covaleda y capataz forestal en el retén contra incendios de esa zona. Su labor comenzó el sábado a primera hora y no fue fácil: "Al principio tuve problemas, porque de la parte que se dejó, hemos tenido que cortarle un buen trozo hasta poder sacar una zona más sana para hacer la cara, que es lo fundamental".

Así, la postura inicial que iba a tener la figura ha cambiado, como la posición de las manos y la espada. "Hemos revisado y adaptado según ha salido la madera, porque al estar muchos años seco, el agua ha entrado por varios puntos y ha ido haciendo sus agujeros". De esta forma, Llorente indica que "la madera pierde la fibra y se va pudriendo", y para remediarlo ha tenido que "ir saneando".

Ya en torno al mediodía del domingo, la figura se apreciaba sin ningún problema, resultando un fundido entre el cuerpo del rey y el tronco de la secuoya. "Es como si naciera del árbol", sintetiza Llorente. De ahora en adelante, el trabajo pasa a manos del Consistorio, que tendrá que hacerse cargo de las acciones para llevar a cabo su conservación.

"Hay zonas que tendrán que quitar y poner una pasta de serrín y cola", asume Llorente mientras retira parte de las fibras que se deshacen. A esos rellenos en las partes más afectadas por el paso del tiempo, se tendrá que aplicar un "tratamiento contra los insectos, porque hay muchos huecos y ellos siguen comiéndose la madera". Ya por último será necesario aplicar un barniz exterior.

El origen de esta idea está unos cinco meses atrás. "Como la secuoya estaba seca e inclinada, se decidió cortarla y dejar una parte de unos cinco metros para realizar esta escultura", explica el alcalde de Daroca, Michel García. En este sentido, comenta que se quiso "dejar constancia de la importancia de este rey para la ciudad".

Al mismo tiempo, es una forma, subraya el regidor, de reivindicar este jardín de 8.000 metros cuadrados. "Es el gran desconocido de la ciudad", confiesa. Y es que el principal problema de este espacio es que no cuenta con un acceso desde la vía pública. Así, desde hace tiempo, el Ayuntamiento espera los avances de la Comisión Provincial de Urbanismo para dar el visto bueno a una expropiación que permita habilitar un paso de unos 60 metros de largo y cuatro de ancho desde la avenida de Madrid.

El espacio, antiguo emplazamiento del Convento de Franciscanos, encierra cerca de 30 variedades arbóreas, desde tilos, pasando por tejos, cedros de hasta 36 metros, abedules, cerezos bordes, manzanos silvestres, piceas o cipreses.