Confiesa haber torturado a una vecina de Sabiñánigo en un piso de Zaragoza

La acusada, para la que la Fiscalía pide seis años de prisión, asegura que fue obligada por su entonces novio. Este ya fue condenado por estos mismos hechos a ocho años de cárcel.

La acusada, Jéssica Vidal Verdaza, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
La acusada, Jéssica V. V., durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco

Las torturas sufridas por una joven de Sabiñánigo, a la que quemaron con una lima rusiente metieron diez veces la cabeza en un cubo con agua, han sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza a Jéssica Mirella V. V., para la que la Fiscalía pide seis años de prisión por un delito continuado de extorsión y otro de lesiones. Por estos mismos hechos, ocurridos en un piso de la plaza de Roma el 19 de marzo de 2015, ya fue juzgado y condenado a ocho años de cárcel el zaragozano Saúl Planas, amigo de la víctima y entonces novio de la encausada. Cuando se celebró el juicio, a finales de febrero, esta última se encontraba en paradero desconocido, por lo que no había podido ser juzgada hasta ahora.

Durante la vista, el forense definió a la víctima como una persona con una "inteligencia límite” y "especialmente influenciable”. "No hablamos de una patología o discapacidad intelectual, pero esta mujer se encuentra fuera de los patrones de normalidad”, explicó el doctor Eduardo Cantón. En cualquier caso, la acusada negó que se aprovechara de esta circunstancia para exigirle dinero. "Nunca le pedí nada a ella. Yo recibí 5.000 euros, pero me los dio mi novio Saúl en concepto de préstamo”, explicó.

Lo que sí reconoció la joven es que estuvo presente en el piso de la plaza de Roma donde torturaron a la denunciante. "Yo solo le quemé en la palma de la mano. Y porque me obligaron”, indicó. Al preguntarle por qué se sintió obligada, la acusada contestó que tenía que ir a recoger a su hermana: "Tiene síndrome de Down y estaba a mi cargo. Tuve que hacerlo para que me dejarara salir del piso", manifestó.

Cuando denunció los hechos ante la Guardia Civil de Sabiñánigo, la víctima explicó que sus agresores -además de a esta pareja se detuvo a un menor, que también fue condenado- usaron un cuchillo, una lima y un abrelatas calientes para hacerle quemaduras por distintas partes del cuerpo. "Querían que siguieran dándoles más dinero. Llegaron a pedirme 200.000 euros”, declaró este lunes ante el tribunal. Al parecer, Saúl y Jéssica hicieron creer a la denunciante que al revelar ante otras personas que ambos eran pareja había roto el código de conducta de una supuesta banda latina. "Me dijeron que tenía pagarles, porque si no yo y mi familia estaban en peligro”, aseguró la víctima.

Los padecimientos que estas personas causaron a la denunciante resultan incomprensibles, más aún al saber que Saúl era amigo de la primera y que los único que había hecho ella durante años era ayudarle  La Fiscalía y la acusación particular -que pide ocho años y medio de cárcel para Jéssica Mirella V. V.- cifran en 40.000 euros el dinero que supuestamente extorsionaron a la víctima, por lo que fijan n esta cantidad el importe de la indemnización.

La defensa propone una condena de seis meses de prisión, únicamente por las lesiones que reconoce haber causado la acusada.

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