Despliegue de antidisturbios en La Almunia para proteger al autor del atropello de Épila

La víctima, que se encuentra en prisión provisional por doble tentativa de asesinato, acudió a declarar a los juzgados en silla de ruedas y con las piernas escayoladas.

El Ford Mondeo recibió dos impactos de bala en el parabrisas. Uno de los proyectiles atravesó el cristal y quedó incrustado en la goma del volante.
El Ford Mondeo recibió dos impactos de bala en el parabrisas. Uno de los proyectiles atravesó el cristal y quedó incrustado en la goma del volante.
Guardia Civil

El vecino de Illueca detenido el pasado 29 de marzo por abrir fuego en Épila contra un vehículo en el que circulaban dos jóvenes -uno de ellos, menor de edad- declaró este viernes por estos hechos ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de La Almunia, a la que intentó convencer de que no fue el autor de una doble tentativa de asesinato -cargos por los que se le investiga y se encuentra en prisión provisional- sino la única víctima de aquel suceso. Como prueba de ello, F. A. J. E., de 45 años, aseguró a la instructora que fue atropellado dos veces -"una hacia adelante y otra marcha atrás"- y le recordó que todavía se desplaza en silla de ruedas con las dos piernas escayoladas. El interrogatorio obligó a desplegar a los antidisturbios de la Guardia Civil a las puertas del juzgado, donde se habían concentrado las familias de los implicados en el suceso.

El atropellado, al que asiste el letrado Javier Elía, reiteró lo dicho en su día ante la Guardia Civil e insistió en que el conductor del Ford Mondeo, J. C. H., de 27 años, huyó del lugar y pegó después dos tiros al parabrisas para montarse una coartada. El vehículo fue encontrado al día siguiente en Alagón cubierto con una manta.

La versión del encausado y la del vecino de Épila son completamente dispares. Durante su interrogatorio, este último explicó a la jueza que se hallaba con su sobrino dentro del vehículo cuando vieron venir armado al vecino de Illueca. Según el joven, F. A. J. E. se plantó justo delante del asiento del conductor, le apuntó con la pistola y apretó varias veces el gatillo. Temiendo por su vida y al estar el coche en marcha, solo se le ocurrió agacharse y pisar el acelerador para intentar ponerse a salvo, explicó a la instructora. Asegura J. C. H. que fue entonces cuando "de forma accidental" arrolló al hombre. De ahí que a él se le investigue también por un delito de lesiones graves.

No dejó interrogar al menor

Testigo principal de los hechos fue el menor que ocupaba el asiento del copiloto, cuyas explicaciones sirvieron entonces para aclarar lo sucedido, encarcelar al atropellado y dejar libre al conductor. Las partes confiaban en poder interrogarlo este viernes, pero la jueza solo permitió a la Fiscalía estar presente en la toma de declaración. Ello provocó una protesta por escrito del abogado José Cabrejas, para el que tal decisión no tenía "ninguna justificación".

La defensa de F. A. J. E. ha pedido ya dos veces su puesta en libertad, pero la instructora estaba a la espera del resultado de estos interrogatorios y de recibir algunos informes para pronunciarse. Según ha podido saber HERALDO, la Guardia Civil le remitió hace unas semanas una prueba pericial que probaría que el Ford Mondeo que atropelló al sospechoso tenía daños en el frontal pero no en la parte trasera.

Los antidisturbios ponen paz entre las familias

Las declaraciones de los implicados en el tiroteo de Épila llevaron este viernes a sus respectivas familias a las puertas del Juzgado de La Almunia de Doña Godina, donde la Guardia Civil tuvo que desplegar a sus antidisturbios (Grupos de Reserva y Seguridad) para calmar los nervios. Los agentes se encargaron también de dar protección al vecino de Épila J. C. H. en el momento en que abandonó las dependencias judiciales.

Cuando declaró por primera vez, el joven que atropelló al encausado aseguró que este fue a por él sin ningún motivo. Sin embargo, según fuentes de la investigación, F. A. J. E. manifestó en su día al juez de guardia que había tenido un rifirrafe previo con el conductor. El primero le recriminaba al joven la forma en que trataba a una chica de su familia con la que estaba saliendo.

El vecino de Illueca ha negado siempre que tuviera un arma y que disparara contra el conductor, y hasta la fecha la Guardia Civil no ha podido localizar la pistola con la que se efectuaron los dos disparos. Uno de ellos atravesó el parabrisas y, afortunadamente, quedó alojado en la goma del volante

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